Monasterio de San Vicente de la Roqueta en Valencia
El monasterio de San Vicente de la Roqueta, estaba compuesto por iglesia,
convento y hospital construido al entrar Jaime I en la ciudad. En este solar ya
se levantaba un templo y posiblemente un cementerio, ya que se considera que es
el lugar donde reposaron los restos de San Vicente Mártir. Durante la
dominación musulmana el templo era la única iglesia mozárabe de la ciudad que
gozó de cierta tolerancia.
Se accede a la portada norte por el interior del claustro aunque en la actualidad aparece completamente cegada. Es una portada adscrita al románico tardío y su correspondencia con el interior del templo es la actual Capilla de San Vicente Mártir. Fechada entre 1240 y 1287, se trata de una portada de medio punto abocinada formada por cuatro arquivoltas que apoyan sobra una imposta corrida con decoración vegetal sostenida a su vez por tres columnas acodilladas a cada lado de la portada. Las columnas disponen de capitel troncocónico, fuste liso y basa sobre un pequeño zócalo. La única decoración que queda es la de los capiteles, con escenas relativas al martirio de San Vicente Mártir. No dispone de tímpano y en la actualidad la portada está completamente desfigurada por las capas de pintura blanca que ha recibido a lo largo del tiempo, además la parte superior de las arquivoltas han sido mutiladas al construirse el piso alto del claustro. La arquivolta interna apoya en una pequeña columnilla con estilizado capitel no decorado.
Se accede a la portada norte por el interior del claustro aunque en la actualidad aparece completamente cegada. Es una portada adscrita al románico tardío y su correspondencia con el interior del templo es la actual Capilla de San Vicente Mártir. Fechada entre 1240 y 1287, se trata de una portada de medio punto abocinada formada por cuatro arquivoltas que apoyan sobra una imposta corrida con decoración vegetal sostenida a su vez por tres columnas acodilladas a cada lado de la portada. Las columnas disponen de capitel troncocónico, fuste liso y basa sobre un pequeño zócalo. La única decoración que queda es la de los capiteles, con escenas relativas al martirio de San Vicente Mártir. No dispone de tímpano y en la actualidad la portada está completamente desfigurada por las capas de pintura blanca que ha recibido a lo largo del tiempo, además la parte superior de las arquivoltas han sido mutiladas al construirse el piso alto del claustro. La arquivolta interna apoya en una pequeña columnilla con estilizado capitel no decorado.
De derecha a izquierda podemos ver en sus capiteles historiados las siguientes
escenas: San Vicente azotado por dos soldados, el martirio del aspa (el
ecúleo), el martirio de los garfios (para desgarrar las carnes), el santo sobre
una parrilla de fuego, San Vicente en la celda con el suelo cubierto por
cristales y cerámica punzante y por último la muerte del santo mientras dos
ángeles recogen su alma para llevarlo al cielo. A estos capiteles se les
denomina capiteles del ciclo de la pasión de San Vicente.
A destacar el
distinto esquema compositivo de los capiteles de la derecha con los de la
izquierda. Las figuras de los capiteles de la derecha están separadas por
pequeñas columnillas que crean tres espacios, la central ocupada por la imagen
del santo y las dos laterales para los verdugos que lo torturan. Sin embargo
las representaciones escénicas están enmarcadas en interiores que se remarcan
por la presencia de arquillos en la parte superior. En los capiteles del lado
izquierdo este esquema compositivo de separación por columnillas desaparece.
Recordar que en la Puerta del Palau de la Catedral de Valencia, las escenas de
los capiteles también se encuentran separadas mediante columnillas y que ambas
portadas son coetáneas.
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