Virgen de las nubes de Francisco de Zurbarán
La Virgen de las Nubes, posiblemente sea, cronológicamente el primer lienzo atribuible a Francisco de Zurbarán. En 1948 Martín S. Soria descubrió este lienzo en la Iglesia de Nuestra Señora de la Granada, en Llerena, muy deteriorado. Fue sometido a varias restauraciones y se realizaron repintes no muy logrados. Soria creyó que había sido parte del retablo —actualmente desaparecido— que le había encargado a Zurbarán en 1636 dicha iglesia.
En el lienzo, María está representada de pie, de cuerpo entero, con la cabeza algo ladeada, mirando al espectador. Lleva un velo blanco sobre la cabeza, enrollado alrededor del cuello, y viste un manto azul oscuro recogido por delante, bajo el cual lleva una túnica carmín violáceo. Con las manos abiertas, cruza sus brazos ante el pecho, en una actitud de recogimiento algo melancólica. La Virgen María aparece ante un fondo de nubes grises y doradas, donde emergen —apenas esbozadas— cabezas de angelitos, formando una gran aureola. Estando desprovista de volumen, e inmersa en luz neutra, sin contrastes ni reflejos, la figura remite a modelos medievales, y denota un desconocimiento del tenebrismo naturalista sevillano de la época, Por todo ello, parece inadmisible que esta obra fuera realizada por Zurbarán a la vuelta de sus trabajos en el Salón de Reinos, siendo mucho más lógico que sea una obra muy primeriza, seguramente el lienzo encargado en 1618.
Ramón Martín[
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