Apoteosis de santo Tomás de Aquino de Francisco de Zurbarán
Realizado en 1631, es un óleo sobre lienzo de 475 X 35 cm, expuesto en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Entre las obras de este pintor, es la de mayor tamaño y la que tiene un programa iconográfico más ambicioso. La obra estaba destinada al retablo del altar mayor del colegio de santo Tomás, en Sevilla, que fue fundado en 1516 por Diego de Deza. Se le encargó a Zurbarán por la suma de 400 ducados, el 21 de enero de 1631, por Fray Alonso Ortiz Zambrano —prior y rector del colegio— a quien debe atribuirse su complejo programa iconográfico, si bien su plasmación pictórica debe vincularse únicamente a Zurbarán.
Santo Tomás de Aquino fue un importante teólogo y filósofo, de la orden de predicadores, llamado el doctor angélico. Fue canonizado en 1323 y declarado doctor de la Iglesia en 1567.
La composición consta de una parte inferior y de un enorme rompimiento de gloria, con un fondo de nubes de tonalidades azules y doradas. El rompimiento de gloria, a su vez, consta de dos niveles. El nivel inferior —núcleo de la obra— está centrado en la alta y corpulenta figura de santo Tomás, que eleva la mirada al Cielo, viste el hábito religioso dominicano, y se dispone a escribir la Summa theológica. Le rodean los cuatro doctores de la Iglesia latina, dialogando entre ellos y reclamando con las manos la atención sobre unos textos. En el lado derecho figuran san Ambrosio y san Gregorio y, a.la izquierda, san Jerónimo, y san Agustín. Este grupo es, sin duda, la parte más bella del cuadro.
En el nivel superior —directamente sobre Tomás— aparece el Espíritu Santo en forma de una paloma, de la que parten unos rayos, inspirando la Summa theológica. Sentados a su izquierda se representa a Cristo y a María, mientras que san Pablo y santo Domingo figuran en la parte derecha.
La zona inferior está centrada por una mesa recubierta de un suntuoso mantel de terciopelo rubí, sobre la cual están la bula fundacional del colegio —con la fecha y la firma de Zurbarán— el libro de sus estatutos, y una birreta doctoral, formando un hermoso bodegón. A a ambos lados de la mesa, aparecen ocho personajes, arrodillados en actitud de devoción hacia santo Tomás. La parte derecha está encabezada por el emperador Carlos I —protector del colegio— y, detrás de él, tres personajes con muceta doctoral, uno de ellos fraile dominico, mientras que otro podría ser el autorretrato de Zurbarán. A la izquierda se representa a Diego de Deza —fundador de la institución— y a otros tres dominicos, uno de los cuales podría ser Fray Alonso Ortiz Zambrano. Al fondo se ven los edificios levantados en terrenos cedidos por Carlos I.
Ramón Martín
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