Tancredo y Clorinda en la fuente de Luca Giordano
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Como el resto de las pinturas
correspondientes a esta serie, esta ha sido objeto de una crítica demasiado
rigurosa. El origen de esta opinión negativa podría localizarse en el carácter
estereotipado de sus personajes, con gestos y actitudes muchas veces vistos en
la pintura de este artista, o en detalles como la postura forzada y poco
natural de Tancredo. Sin embargo, posturas semejantes se observan en muchas de
sus pinturas verticales con la probable intención de corregir los problemas de
perspectiva derivados de la considerable altura a la que probablemente
colgaron. Parece que no existen otros motivos para dudar de la autoría de Giordano,
mientras que hay numerosas razones para afirmar lo contrario, como la
resolución de las anatomías (con el uso probable de una imprimación negra en el
caso de Tancredo para acentuar su musculatura), los paños de profundos
pliegues, también habituales en las pinturas de su mano, o la sucesión de
planos, muy convincentemente resuelta usando la preparación rojiza en la
vegetación y el celaje.
TEXTO:
Web del Museo de El Prado
Ramón
Martín
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