Metropolitan Ópera House de Nueva York

 



La Metropolitan Opera fue fundada en abril de 1880, teniendo su primera sede en el 1411 de Broadway, en la manzana comprendida entre las calles West 39th y West 40th, de Manhattan. En el edificio recordado, en la actualidad, como "the old Met". Fue diseñado por el arquitecto J. Claveland Cady, abriendo sus puertas el 22 de octubre de 1883, con una representación de Fausto. El 27 de agosto de 1892, fue destruido por un incendio, por lo que hubo de suspenderse la temporada, mientras se reconstruía el edificio. En 1903 se renovó, completamente, el interior del teatro, incluido el auditorio dorado, el candelero, el proscenio curvado y el telón de damasco dorado. En 1940 se creó la Metropolitan Opera Association, a la que se traspasó la propiedad del teatro, por parte de las familias que ostentaban la propiedad de los palcos. Se suprimieron los palcos del segundo piso —manteniéndose solo los del primer piso—, y se sustituyeron por filas de butacas. Llegando el aforo del teatro a las 3.625 butacas y 224 plazas de pie.

El teatro se distinguía por su excelente acústica y su elegante interior, pero las instalaciones escénicas eran insuficientes para una compañía de ópera de la categoría del Met; los decorados y escenarios se podía ver en la calle 39, donde tenían que almacenarse, ante la falta de espacio. Se pusieron en marcha varios proyectos para construir una nueva sede para la compañía, en diferentes localizaciones de Nueva York. Finalmente, con el desarrollo del Lincoln Center en el Upper West Side se encontró la oportunidad para construir un teatro de ópera moderno. El Old Met cerró el 16 de abril de 1966 con una gala de despedida, en la que participaron todos los artistas de la compañía. A pesar de una campaña para conservar el edificio como monumento, fue demolido en 1967, y reemplazado por un moderno edificio de oficinas.

El actual teatro de la Ópera Metropolitana fue diseñado por el arquitecto Wallace K. Harrison y es el auditorio más grande, de los de su tipo, en el mundo, con un aforo de cerca de 3.975 localidades. El escenario presenta una embocadura cuadrada de 16 metros de ancho por 16 de alto, con una profundidad de 24 metros y una torre escénica de 33,5 metros de altura sobre el suelo del escenario. Tiene la tecnología necesaria para sustituir diariamente el escenario de la ópera que se representa, cualidad que permite que en el Metropolitan haya funciones casi todos los días del año.

En la gran plaza del Lincoln Centre, aparece flanqueado por otros dos inmensos teatros, el David H. Koch Theater, que fuera la sede de la desaparecida New York City Opera, y el David Geffen Hall, sede de la Orquesta Filarmónica de Nueva York. Fue inaugurado el 16 de septiembre de 1966, con el estreno de la ópera Antonio y Cleopatra de Samuel Barber.

En el recibidor se exhiben dos grandes murales creados por Marc Chagall: "The Triumph of the Music" y "The Sources of the Music". También podemos admirar, esculturas de Aristide Maillol y Wilhelm Lehmbruck. Las lámparas del vestíbulo y del auditorio fueron construidas por la firma J.&L. Lobmeyr de Viena. El Met ofrece un servicio de transmisión radiofónica en directo, siendo la primera transmisión, la realizada el 25 de diciembre de 1931. También se usa para sala de conciertos.

La Ópera Metropolitana se creó como alternativa a la Academia de Música de Nueva York, dirigida por un círculo restringido de la más alta sociedad neoyorquina. El director de la compañía fue Henry Abbey, que la puso en marcha partiendo de un grupo de cantantes de origen alemán, por lo que, la compañía puso en marcha un repertorio internacional, pero cantado en alemán. Tras el incendio de 1892 y su posterior reconstrucción, la dirección fue asumida por Maurice Grau, llevó al Met a una primera "Edad de Oro", con la presencia de cantantes de nivel internacional. A partir de 1900, se crearon diferentes grupos con cantantes y directores especialistas en los repertorios alemán, italiano o francés. Desde la Segunda Guerra Mundial esta distinción se fue desvaneciendo, ya que los cantantes comenzaban a diversificar su carrera, y empleaban menos tiempo en una única compañía. De 1900 a 1904 se realizaron las primeras grabaciones en el Met, a cargo de Lionel Mapleson, utilizando un fonógrafo Edison. Tras el debut, en 1903, de Enrico Caruso, con el Duque de Rigoletto, comenzó la época del empresario Giulio Gatti-Casazza, que elevó el nivel y el prestigio del teatro En esta época Arturo Toscanini y Gustav Mahler dirigieron regularmente en el Met.

El tenor canadiense Edward Johnson fue el administrador desde 1935 a 1950, y condujo la compañía durante la Gran Depresión y la Guerra Mundial, manteniendo el nivel artístico. La etapa de la dirección del austriaco-británico Rudolf Bing ha sido la más larga de la historia del Met, desde 1950 a 1972. Bing modernizó la administración y el sistema de venta de entradas y suprimió la tradicional representación semanal en Filadelfia. Durante esta etapa la compañía se trasladó al nuevo Teatro en el Lincoln Center. Tras retirarse Bing, el cargo fue pasando por distintos administradores. El administrador actual es Peter Gelb, que pretende ampliar el repertorio, reducir costes en las producciones y atraer nuevas audiencias, sin perder al público tradicional.

El Met marcó el nacimiento de la primera ópera transmitida por radio. Esta fue, el 13 de enero de 1910, cuando se transmitió al público la doble representación de las óperas Caballería rusticana y Pagliacci. La iniciativa se debe al pionero de la radio, Lee De Forest. Desde el día de Navidad de 1931, las actuaciones del sábado por la tarde se han escuchado en directo en muchas emisoras de radio de los EE. UU. y más allá.

Ramón Martín

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