Ana Magdalena Bach

 

        Anna Magdalena Wilcke nace el 22 de diciembre de 1701 en Zeitz (Alemania. Era su padre Johann Caspar Wilcke, un trompetista de la corte de Zeitz Hasta el mes de febrero de 1718, cuando se traslada a Weissenfels, lugar donde muere a finales de 1731; la madre era Margaretha Elisabeth Liebe.

        Poco se sabe de la infancia de Anna, aunque, al parecer conocía a varios miembros de la familia Bach. Contratada como soprano, actúa en la capilla de Zerbst en el verano de 1721; hacia septiembre es contratada en la ciudad residencial de Köthen, perteneciente al condado de Anhalt-Cöthen. Se sabe que por esa época ya conocía a BACH. El príncipe Leopoldo del Anhalt-Cöthen les dio permiso para casarse, lo que hicieron el 3 de septiembre de ese mismo año, cuando este llevaba viudo diecisiete meses de su primera esposa. Fue un matrimonio por amor, prueba de ellos es que tuvieron trece hijos ─a pesar de llevarse dieciséis años de diferencia─, siete de ellos murieron jóvenes y entre los seis restantes hubo 2 compositores. La familia Bach siguió residiendo en el palacio del príncipe Leopoldo, hasta que este casó con una princesa de Anhalt-Bernburg, la cual no tenía ningún interés por las artes, por lo que prescindió de la música y de sus intérpretes.

        Prueba de que BACH siempre estuvo muy enamorado de ella, es que de los cuatro cuadernos de música (Büchlein) que compuso, dos fueron para ella, otro fue para su hijo Wilhelm Friedemann Bach, y el cuarto, para un organista principiante. El matrimonio fue de los pocos en los que, ambos cónyuges, trabajaban en lo que les gustaba, cobraban su propio sueldo y eran reconocidos por su valía. Magdalena, regularmente, ayudo a BACH a transcribir su música.

        Seguramente fue una buena esposa y madre, a pesar de que, los hijos del primer matrimonio no la vieron con buenos ojos, y al final de su vida, ya viuda, la abandonaron a su suerte.

        Durante la estancia familiar en Leipzig, Anna organizó veladas musicales con toda la familia cantando y tocando junto a los invitados. La casa se convirtió en un centro musical en la ciudad. Como entendida de música, le ayudó en numerosas ocasiones en la copia de partituras, llegando, su caligrafía a parecerse tanto a la de su marido que, el manuscrito de las seis sonatas y suites para violín fue considerado autografiado por el compositor durante mucho tiempo; posteriormente, investigaciones modernas dictaminaron que fue copiado por su esposa.

        El 28 de julio de 1750 falleció su esposo, y no testar, sólo le correspondió un tercio de sus propiedades, quedando el resto para sus hijos. Se quedó sola con cinco hijos pequeños y el Concejo le concedió la tutela a condición de que no se volviera a casar; si así lo hacía, perdería la custodia. Fallecido su esposo, que como sabemos tenía el cargo de Cantor de la Escuela de Santo Tomás, no tenía ningún sentido que la familia permaneciese en la escuela, pero la mudanza era cara y el Concejo tenía prisa por desalojarlos, por lo que, generosamente, le concedió una ayuda para trasladarse a otro sitio. Encontró una casita en la Haynstrasse y allí se marchó a vivir con sus cinco hijos. 

        No pudo pagar una lápida ni una cruz aunque encargó un ataúd de encina, el mejor regalo que pudo hacerle. Después del entierro se quedó, prácticamente, sin recursos. Agotado el poco dinero, el Concejo, conocedor de sus problemas económicos, les regaló un par de fanegas de maíz para evitar que pasaran hambre durante un tiempo. Al final de sus días dependía de los donativos de los vecinos y ciudadanos. Extrañamente los hijos del primer matrimonio de su marido, todos ellos bien situados económica y socialmente, no le pasaron ningún tipo de ayuda, ya que nunca aprobaron el segundo matrimonio de su padre. Ana Magdalena Bach murió el 22 de febrero de 1760, y en el acta de defunción puede leerse: «Mujer pobre de 59 años, Anna Magdalena, nacida Wilkin, viuda de J. S. Bach, Cantor en la Escuela de Santo Tomás en la Haynstrasse, 8» y también «era una mujer pobre».