Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas


Realizado hacia 1611, es un óleo sobre tabla de 55 x 73 cm. 

Este cuadro fue inventariado por primera vez en 1746 en la Colección Real española junto con Bodegón con flores, copa dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre. Ambos cuadros permanecieron en la Colección Real hasta que entraron en el Prado. La sugerencia de que éste y los otros tres cuadros del Prado formaban una serie de cuatro es improbable, dadas sus diferentes procedencias. 

Sobre una mesa cubierta con un mantel de damasco de lino con marcas de haber estado plegado se disponen los alimentos y vajillas. Este tipo de mantel se exportaba desde Flandes al resto de Europa. Su presencia aquí implica un hogar rico y pulcro. Está meticulosamente pintado, como es característico en Clara Peeters. Los platos de peltre, la elaborada taza o salva con pie dorada, la copa roemer, el panecillo y el cuchillo repujado (probablemente un regalo de boda), así como el salero y el plato de porcelana, están presentes en otras pinturas de Peeters. El salero cilíndrico y la copa roemer son tan parecidos en su forma y tamaño a los que vemos en otros cuadros, que debieron de ser pintados con la ayuda de calcos o de una misma plantilla. Una vez dibujados los contornos del salero en los distintos cuadros, Peeters cambió la posición de la base y del patrón decorativo repujado de su superficie para evitar una impresión de repetición. Los inventarios de Amberes del siglo XVI registran saleros de madera o peltre, pero los mejores eran de plata. Los saleros fueron objetos muy preciados durante siglos, debido al coste de la sal en la época anterior a la aparición de los métodos industriales de producción. Todavía podemos encontrar ecos en nuestra forma de hablar de la importancia que tuvieron. La palabra "salario", por ejemplo, deriva del vocablo latino "salarium", que describe el pago con sal en la antigua Roma, y nombres de lugares, como Salzburgo, también derivan de la palabra sal. Existían importantes centros de producción salina en Chipre, Ibiza, Setúbal y el sur de Francia, y también en el Caribe. Entre los muchos e importantes usos de la sal algunos se aplicaban a los objetos de los bodegones de Clara Peeters: se utilizaba para conservar la carne y muchos pescados, como el arenque, y también para hacer queso o adobar aceitunas. A principios del siglo XVII los comensales cogían la sal refinada de los saleros con la punta de un cuchillo, como el que aparece en este cuadro. 

El plato de porcelana kraak con aceitunas es el mismo que Peeters incluyó en otros cuadros. En este caso y en algunas otras versiones, el color azul ha desaparecido debido al pigmento de base de cobalto empleado y a la fina capa de pintura. Durante los reinados de Wanli y sus sucesores en la provincia china de Jiangxi, la porcelana kraak se manufacturaba para la exportación. Los archiduques Isabel Clara Eugenia y Alberto de Austria, gobernadores de Flandes, la coleccionaban (su palacio tenía una sala conocida como "caemer vande porceleynen"), y a pequeña escala también se coleccionaba en Amberes. Aunque no era extremadamente cara, la porcelana aporta un aspecto cosmopolita a los bodegones de Peeters. La jarra de color claro, que está en segundo plano, es un tipo de loza que se hacía en Siegburg, en la región del Rhin de Alemania Occidental. Las relaciones formales que se establecen entre el patrón decorativo en forma de red de esta jarra y el del pastel que se encuentra ante ella cobran protagonismo en el cuadro. El pastel ocupa el centro de la mesa. El patrón de su corteza es similar a uno que pintó Jan Brueghel el Viejo, que probablemente refleja el tipo de producto que salía de las cocinas de los palacios de los archiduques, lo que nos da una idea de su importancia. A finales del siglo XVI, los pasteles pasaron de ser meros contenedores cuya masa se desechaba a ser piezas muy elaboradas con cortezas decoradas que se comían en su totalidad. Se hacían con harina fina, agua y mantequilla como ingredientes básicos. Dentro de estos pasteles horneados podía haber carne o pescado condimentados, y también fruta. 

Las aceitunas son probablemente de la variedad manzanilla, procedente del sur y suroeste de España, y eran un lujo en el norte de Europa. También se las consideraba un alimento saludable. Ludovicus Nonnius, en su Diaeteticon, publicado en Amberes en 1627, escribió que las aceitunas eran nutritivas y muy útiles para estimular el apetito. Vemos aceitunas en un banquete alegórico pintado por Brueghel mencionado anteriormente. La naranja es otro alimento importado. Tradicionalmente venían de Italia, Portugal y España, y se utilizaban para conservas y salsas; las naranjas dulces se empleaban para hacer zumo. Las aves asadas que vemos sobre un plato de peltre probablemente sean faisanes, que se criaban y mantenían para la caza (también pueden ser francolines, un ave relacionada con la perdiz, a veces conocida como perdiz negra). La presencia de aves de caza concede a esta mesa un estatus elevado, por su asociación con una actividad de élite. La infanta Isabel Clara Eugenia envió faisanes a su hermano Felipe III desde Bruselas, con instrucciones sobre su comportamiento y cuidado. Una receta inglesa para asar faisanes incluía naranja mezclada con yema de huevo. Quizá también fuese una receta común en Flandes y explique la presencia de la naranja en esta mesa. 

Este bodegón incluye el mismo tipo de objetos que vemos en los cuadros de Frans Snyders y Jan Brueghel el Viejo dos de los artistas más importantes de Amberes en época de Clara Peeters. Los tres pintores trasladaron la cultura material de las élites flamencas a sus cuadros. Peeters eligió un estilo diferente al de sus colegas: en vez del exuberante lenguaje formal que estos preferían, sus cuadros son mucho más realistas y contenidos. 

El análisis dendrocronológico indica que la fecha más temprana posible para la creación de este cuadro es 1605. Esto resulta compatible con la fecha propuesta de hacia 1611, que se basa en la semejanza con el punto de vista elevado de otros cuadros firmados ese mismo año. En obras de 1612 el punto de vista es más bajo, lo cual indica una evolución hacia un mayor realismo. En la parte trasera de la tabla aparece incisa la marca "RB", perteneciente a un fabricante de tablas sin identificar que trabajó en Amberes. En la hoja del cuchillo se ve una marca con el símbolo de la ciudad de Amberes. Esta marca es significativa porque respalda otros datos que sugieren que Peeters trabajó en aquella ciudad —un asunto importante, ya que sabemos muy poco de su biografía. 


Fuente, Museo del Prado 
Imagen de WikipediA 

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