María Sofía de Palatinado y Neoburgo, esposa de Pedro II
Nacida en el Palacio Benrath de
Düsseldorf, el 6 de agosto de 1666. Fue su padre Felipe Guillermo de Neoburgo. En Portugal había una crisis de
sucesión, cuando el embajador portugués Manuel da Silva Teles fue enviado, el 8
de diciembre de 1686, a Heidelberg para pedir la mano de la princesa María
Sofía. Firmándose el contrato matrimonial el 22 de mayo de 1687.
El matrimonio por poderes, tuvo
lugar en Heidelberg, el 2 de julio de 1687, partiendo hacia Portugal, el mes de
agosto siguiente, recibiendo os honores de toda la corte a lo largo del río Rin.
Una vez en Brila, embarcó en un yate inglés, puesto a su disposición por el rey
Jacobo II de Inglaterra. La nueva
reina llegó a Lisboa, el 12 de agosto de 1687, siendo casada ese mismo día por
el arzobispo de Lisboa en el Palacio de Ribeira.
La joven reina se ganó rápidamente
el afecto de su hijastra Isabel Luisa,
que era seis años más joven que ella. Fue también muy querida por su marido, aunque
hubo de enfrentarse con la hermana viuda del rey, Catalina en cuestiones de etiqueta. María Sofía era amable y generosa,
dedicándose a ayudar a los pobres de Lisboa. Su carácter piadoso la convirtió
en una reina muy popular. Tenía una gran amistad con el padre Bartolomeu do Quental, que murió con fama
de santo.
María Sofía, murió en Lisboa de fiebre,
posiblemente un síntoma de la erisipela, el 4 de agosto de 1699. Su cuerpo fue
enterrado en el Monasterio de Sao Vicente de Fora en Lisboa.
De su matrimonio con Pedro II, tuvo
siete hijos: Juan de Portugal,
príncipe de Brasil, murió a las tres semanas de nacer; Juan V de Portugal, sucesor de su padre; Francisco de Portugal, murió soltero, pero tuvo dos hijos
ilegítimos con Mariana Silveira, una monja, que luego fueron legitimados; Antonio de Portugal, murió soltero; Teresa de Portugal, muerta al poco de
nacer; Manuel de Portugal, que murió
soltero; y Francisca de Portugal,
que también murió soltera.
Fuentes; WikipediA,
Imagen:
Pinterest
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