Junkers Ju-88

A lo largo de 1936 la compañía Junkers Flugzeug Motorwenke AG puso en vuelo un aparato llamado A-1. Su excelente maniobrabilidad y prestaciones le hicieron ser escogido por la Fuerza Aérea Alemana (Luftwaffe) para servir como bombardero con el nombre de Junkers Ju 88. Lo curioso es que el Junkers Ju 88 fue moldeado por dos ingenieros estadounidenses bajo licencia alemana convirtiéndole en el avión más lento y pesado de Alemania, pero también el más espacioso y con gran capacidad para armamento. El Junkers Ju 88 tenía una estructura de ala media, fuselaje muy alargado y dos plantas motrices Junkers 211J-1/2 de 12 cilindros en V invertida a 1.340 caballos accionadas por hélices tripalas VS 111 que se alojaban en las alas con una ranura anular de escapes de gases junto a un depósito de refrigeración de aceite. 

Su capacidad de combustible era de 708 litros repartidos así: 114 litros en cada ala y 480 litros en el fuselaje, sus prestaciones le permitían recorrer largas distancias y alcanzar elevadas cotas. El tren de aterrizaje se componía por grandes patas reforzadas con anillos especiales de acero elástico concebidos para pistas blandas, duras y de todo tipo de terrenos. La parte frontal era acristalada para cobijar al ametrallador, hallándose sobre esta el puesto del piloto en la cabina, mientras que en la parte trasera inferior y posterior del asiento del piloto contenía más puestos de disparo de ametralladoras y visor de bombardero. El armamento consistía en siete ametralladoras MG 81 de 7’92 milímetros o bien tres cañones MG FF de 20 milímetros distribuidos en todos los puntos de disparo defensivo del aparato; mientras que su capacidad de bombas era de unos 3.600 kilogramos, lo que hacía posible que transportase cuatro bombas de 500 kilogramos en el interior y otras dos bombas de 500 kilos en el exterior bajo las alas. 

Oficialmente el primer vuelo del prototipo A-1, se realizó el 21 de Diciembre de 1936 con gran éxito. El 7 de Septiembre de 1939 voló por primera vez el Junkers Ju 88C-0 con una planta motriz BMW radial, surgiendo de éste las subvariantes Junkers Ju 88C-2 como patrullero costero y antibuque; el Junkers Ju 88C-4 armado con dos nuevos cañones MG FF de 20 milímetros; los Junkers Ju 88C-5 y Junkers Ju 88C-6 con un armamento defensivo exagerado que apuntaba en todas direcciones; y el Junkers Ju 88C-6b equipado con radar nocturno. El Junkers Ju 88G fue la serie más famosa, construido a principios de 1944, actuaba como caza nocturno en la defensa de Alemania y estaba equipado con un moderno radar FuG 350 Naxos que localizaba con exactitud las frecuencias de los aparatos enemigos, algo que le convirtió en un depredador letal de la noche. La versión de reconocimiento de largo alcance se llamó Junkers Ju 88H y se equipaba con seis ametralladoras MG 151. También se intentó fabricar el Junkers Ju 88R con motores BMW mejorados, aunque sólo voló en pruebas y nunca llegó a ser utilizado en combate. 

El Junkers Ju 88 se estrenó durante la invasión de Noruega, país en el que hundió al destructor británico HMS Gurkha. A continuación participó activamente en la invasión de Francia, Bélgica y Holanda atacando a los soldados franceses e ingleses en tierra, destruyendo a los aviones galos en sus aeródromos y hundiendo al transatlántico inglés RMS Lancastria. Cuando se produjo la evacuación británica de Dunkerque los Junkers Ju 88 tuvieron un gran protagonismo hundiendo embarcaciones, aunque nada más sobrevolar el puerto por vez primera un destructor derribó dos de ellos. En la Batalla de Inglaterra los Junkers Ju 88 sufrieron grandes pérdidas frente a los Hurricanes y Spitfires de la Real Fuerza Aérea Británica, donde quedó demostrada su vulnerabilidad frente a los cazas enemigos. Más suerte tuvieron en los bombardeos nocturnos a Londres, ya que sus bombas fueron muy efectivas sobre la capital británica y otras ciudades de Inglaterra. 

Cuando la guerra pasó al Mediterráneo, los Junkers Ju 88 intervinieron inmediatamente en Grecia, Creta y el Norte de África hundiendo navíos británicos y bombardeando a sus tropas en tierra. En Rusia tuvieron un importante papel como avión de ataque aire-tierra contra las fuerzas soviéticas, bombardeando ciudades como Leningrado o Moscú, incluso se distinguieron en Stalingrado en 1942. Clave fueron en el bombardeo a la Isla de Malta, devastando el puerto y las instalaciones de la Valetta; aunque también en la caza de mercantes aliados sobre el Océano Atlántico y el Mar del Norte. 

Al llegar 1943 los aviones Junkers Ju 88 perdieron su eficacia diurna en Túnez, Rusia, Sicilia e Italia Meridional ante la nueva situación de inferioridad aérea respecto a la llegada considerable de material norteamericano. Desde ese momento los Junkers Ju 88 se convirtieron en cazas nocturnos, gracias a sus potentes radares consiguieron destrozar en la oscuridad a decenas de aviones británicos Lancaster o Halifax que bombardeaban Alemania y otras ciudades europeas. 

Otros usuarios que contaron con Junkers Ju 88 fueron el resto de miembros del Eje en Europa. Finlandia por ejemplo utilizó a los Junkers Ju 88 para bombardear Leningrado y para operaciones de reconocimiento sobre el Mar Báltico. Rumanía y Hungría desplegaron varios Junkers Ju 88 en el Frente Oriental y Bulgaria e Italia en el Mediterráneo. España también se hizo con unos pocos que fueron usados durante la guerra. 

Finalizando el año 1944, los Junkers Ju 88 tuvieron un papel importante en la Batalla de las Ardenas, sobretodo en el bombardero de la ciudad belga de Bastogne donde se hallaban cercados los paracaidistas de la 101ª División Aerotransportada Estadounidense. Hasta el final de la guerra en 1945, los Junkers Ju 88 llevaron a cabo acciones de ataque a las fuerzas aliadas en tierra. 

Concluida la Segunda Guerra Mundial, el Junkers Ju 88 dejó el servicio activo para siempre. Hasta ese momento se habían construido un total de 15.183 Junkers Ju 88, lo que le convirtió en el bombardero más fabricado por la Luftwaffe.

Ramón Martín