Palacio de los Queixal o de los Trenor en Valencia


En el siglo XIX, la calle Caballeros, era junto a las calles de San Vicente, Serranos y del Mar, las más importantes de la ciudad. Es entonces cuando hay una importante transformación, ya sea derribando antiguas edificaciones que volverán a construirse, o reorganizando el interior de las antiguas casas. En el tramo final de la calle, entre la travesía Abadía de San Nicolás y la plaza del Esparto, en el número 43 de la calle, se encuentra, el antiguo palacio de los Queixal, actual de los Trenor. En este caso, la transformación de edificio, se hará actuando sobre sus fachadas y conservando su característica de casa-palacio. La fachada lateral es mayor que la principal, debiéndose esta última al arquitecto Sebastián Monleón Estelles, que cambia el acceso centrándolo y enriquece la decoración, como se puede apreciar en los dinteles y jambas de los huecos.

Se trata de un palacio de origen gótico, que ocupa un solar irregular esquinero, con planta baja, semisótano y entresuelo, y dos pisos altos. Como la mayoría de los palacios de esta época, su distribución interior gira en torno a un patio con una escalera de mármol con pasamanos de bronce que lleva a la planta noble.


Debido a la reforma efectuada en 1858 por Sebastián Monleón, este palacio presenta notables diferencias con el aspecto inicial, ya que el arquitecto le dotó de una configuración de estilo ecléctico. Monleón llegó a ser concejal del ayuntamiento, arquitecto municipal y presidente de la Sociedad de Arquitectos de Valencia, actuó en la Plaza de Toros de Valencia, la antigua Facultad de Medicina ubicada en los Jardines del antiguo Hospital General, los Jardines de Monforte, el Asilo San Juan Bautista, los planos de la Fachada del Teatro Principal en Valencia, la Casa Benéfica de Nuestra Señora de los Desamparados y el edificio de invernadero en el Jardín Botánico de Valencia. 

La portada del palacio, sin escudo, está formada por un arco rebajado, por el que se accede a un zaguán cubierto y a un patio cerrado por dos arcos góticos en piedra. Mientras que dicho patio permanece parcialmente cubierto por una claraboya de cristal, con una fachada lateral recayente a la calle Abadía de San Nicolás. 

El inmueble, se dio un uso unifamiliar donde, el semisótano, se dedicaba a almacén, caballerías, leñera y bodega; el entresuelo utilizado para el servicio y donde tenía el señor su despacho; situándose en la planta primera las estancias principales.



Fuentes: Viu Valencia, Cultural Valencia y WikipediA. Imágenes de Pinterest.

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