Según indicios arqueológicos obtenidos en la comarca de Aliste, cercana a Alcañices, se ha podido saber que allí existió una población romana, por la que cruzaba una calzada romana que tiene ramificaciones y enlaces con otras vías que también se dirigían al norte. A pesar del origen árabe del nombre de la villa, los musulmanes asentados en el sur de la península no estuvieron en esta zona más de medio siglo,
Alfonso I de Asturias al extender sus dominios hasta el río Duero fue haciendo que su huella se desvaneciera.
En el siglo X, Alcañices quedó integrado en el Reino de León, momento en que, sus monarcas acometieron la repoblación de la localidad dentro del proceso que se llevó a cabo en Aliste. No obstante, la primera noticia documentada de esta población
se remonta a finales del siglo XII y principios del siglo XIII, cuando
fue fortificada por los Templarios, los cuales se asentaron por estas tierras entre los años
1126 a 1312. Por dichos documentos sabemos que pertenecía a la encomienda, concedida por Alfonso
IX de León, privilegio que en 1255 confirmó Alfonso
X el Sabio, concediéndole a la Villa la recaudación de "la martiniega", impuesto que se recogía en las comarcas de
Aliste y Alcañices. Fruto de la ocupación templaria, es el recinto
amurallado en el que se construyó la iglesia parroquial de Nuestra Señora
de la Asunción. Por otra parte, el primer documento donde se cita el Alcañices Templario es una
concordia entre el rey Alfonso
IX y Gómez Ramírez, maestre del Temple, fechado el 29 de abril de 1211. Dentro de su
reinado los Templarios tuvieron su máximo apogeo en 1210, es en esta fecha
cuando datan sus mayores esfuerzos defensivos.
En
la Villa los monjes-guerreros se asentaron en un castillo, con su
correspondiente recinto amurallado, de dicho castillo han llegado hasta nuestros días solo restos
de la pared de la muralla y cuatro cubos que reciben estos nombres: el “Trincherón” (situado en la
callejuela del mismo nombre), la “Fuente”
(ubicado hacia la mitad de la calle de la misma nomenclatura), “Tiacañona” (siguiendo la muralla es el
siguiente al anterior) y el más representativo de todos ellos “El Reloj” que se ha convertido en el
emblema del pueblo. Recibe este nombre porque se le dio altura y en él se ubicó
el reloj del pueblo. El mecanismo del mismo data de mediados del siglo XIX.
Sin dudar, el evento histórico que dio fama a esta villa fue la firma, el 12 de septiembre de 1297, del Tratado de Alcañices, en el que se fijaba lo que será, a partir de entonces, la frontera entre España y Portugal. Zanjándose definitivamente los conflictos
entre leoneses y portugués por el control de dicha frontera, acaecidos tras la
independencia de Portugal del Reino de León en el año 1143.
Los firmantes del tratado fueron Fernando
IV de Castilla y Dionisio
I de Portugal. De este mismo año es el tratado en el que se decide celebrar
las bodas reales en la Villa, entre el rey Fernando
IV y la hija del rey de Portugal, Constanza
de Portugal.
La
importancia de la fortaleza de Alcañices viene dada por ser una de las cuatro,
junto con Faro, Ponferrada y San Pedro de Latorce, que el maestre del temple
ofrece en 1308 al infante don Felipe a cambio de su protección. En septiembre
de ese mismo año, el maestre de Castilla y Portugal, Frey Rodrigo Yáñez, se compromete
finalmente a hacer entrega de las fortalezas templarias al rey Fernando
IV. No hay noticias de cómo y cuándo se entrega la fortaleza al monarca, pero
no fue algo inmediato ni de entrega total, ya que, en la primavera de 1310,
seguían en manos de los freires los castillos de Alba de Aliste y Alcañices.
En los siglos XVI y XVII, la villa se convierte
en la capital del marquesado de Alcañices. Es entonces cuando se edifica
el Convento y la Iglesia de los Franciscanos y se reconstruye parte
de la antigua muralla. Alcañices encabezó uno de los partidos en que se dividía
la provincia de Zamora, así, al crearse en 1834 los partidos judiciales
modernos, Alcañices encabezó uno de ellos hasta 1983, cuando fue integrado en
el Partido Judicial de Zamora.
En su antiguo cementerio parroquial se encuentra
enterrado el teniente Pablo Muñoz de la Morena, héroe de la Guerra de la Independencia Española, en cuya casa de la calle de los Labradores se
descubrió una placa en 2016.
Sr. R. Martín, la primera foto (que pone Castillo de Alcañices) no es de Alcañices. Por lo demás, interesante descripción histórica de mi pueblo. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Lo siento.
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