Construido en el arsenal de la Habana, debido a sus dimensiones. Por Real Orden de 30 de marzo de
1769 fue destinado al Ferrol, y a propuesta de Juan Antonio de la Colina se
nombró primer comandante del Trinidad al capitán de navío Joaquín de Maguna Echezarreta, que tomó posesión del mando el 1 de diciembre de 1769. Salió de La
Habana para Ferrol el 19 de febrero de 1770, en compañía del San Francisco de Paula, aunque hicieron la travesía con independencia por haber varado el
segundo a la salida. Fondeó en Vigo el 12 de abril de arribada con averías en
las vergas de los palos de trinquete y de mesana. Una vez reparado provisionalmente
gracias a los auxilios proporcionados por el Guerrero, salió a la mar en
conserva de este navío el 9 de mayo y entró en Ferrol el 15.
Levó para efectuar pruebas de mar del
21 de julio al 9 de agosto con los navíos Guerrero y Santo Domingo, todos al
mando del jefe de escuadra Pedro González de Castejón y Salazar. Su artillado
en esta salida fue de 62 piezas de a 24, 32 de a 12, dos de a 8, 16 de a 6 y
cuatro pedreros de a 3. Aun con estos cañones, el navío resultó tener el punto
de escora tan alto que su estabilidad le permitía hacer uso de la batería baja
sólo con tiempos bonancibles; el lastre era de 39.478 quintales (1.815,99 Tn.).
Para corregir este defecto, el 14 de marzo de 1778 entró en el dique grande del
arsenal de Ferrol y salió el 28 siguiente. Durante las reformas se le rebajó la
cámara alta y adicionó la falsa quilla, con el fin de bajar el centro de
gravedad se descendieron las cubiertas.
Después de esta reforma pasó por el
astillero de Cádiz en febrero de 1782 donde se le forró de cobre la obra viva.
Para un navío de tres puentes se usaban unas 2400 planchas de cobre y unos 10000
clavos. Finalizadas las obras, salió a la mar al mando del capitán de navío Fernando Daoiz, quien informó el 7 de agosto que los defectos persistían; por
ello se carenó en firme el navío en el arsenal de La Carraca, y el 26 de
septiembre de 1796 salió de la bahía de Cádiz al mando del brigadier Rafael de
Orozco e insignia de Juan de Lángara.
Para que mejorara la estabilidad se
decidió embonar el casco aumentando la manga en un pie por costado, pero
cometiendo el error de correrle la cuarta batería anulando los posibles efectos
beneficiosos del embono. Al finalizar quedó convertido en un navío de cuatro
puentes único en el mundo, con una artillería igual a la citada de los calibres
de a 36, 24 y 8 libras, pero aumentando el número de obuses de a 24, alcanzando
así las 130 piezas de artillería. Tras la batalla de San Vicente, en 1797 tenía
las siguientes dimensiones según el estado de fuerza rendido el mismo día:
eslora 220 y 6 pulgadas (63,36 m), quilla limpia 188 pies (54,02 m), manga 58
(16,67 m), puntal 28 y 9 pulgadas (8,26 m), plan 29 pies y 10 pulgadas (8,57
m), calado a popa 29 pies y 7 pulgadas (8,50 m) y a proa 27 pies (7,76 m); con
20.000 quintales (920 Tn.) de lastre, desplazaba 2.475 toneladas, mientras que
la artillería montada pasaba a 32 cañones de a 36, 34 de a 24, 36 de a 12, 18
de a 8, diez obuses de a 24 y cuatro obuses de 4, en total 134 bocas de fuego.
La tripulación y guarnición era de 1.071 plazas y 25 criados. En 1805 se le
aumentó la artillería a 136 piezas, más 4 obuses de a 4.
Tras las reformas de 1778, el 22 de
junio de 1779, una vez declarada la guerra a Inglaterra pero sin conocer esta
circunstancia hasta el 14 de julio, salía de Cádiz el Trinidad mandado por el capitán de navío Fernando Daoiz, como insignia de la escuadra de 42 buques del
almirante Luis de Córdova, destinada incorporarse a la francesa del conde d'Orvilliers, para dar cobertura a la invasión de la Gran Bretaña. Unidas, el
23 de julio, ambas escuadras en número de 65 navíos a la altura de las Sisargas, el Trinidad permaneció como insignia en la escuadra de observación
con 16 navíos y dos fragatas a cargo del propio Córdova.
Entraron en el Canal el 14 de agosto
y la británica de Hardy compuesta de 35 navíos quedó encerrada en Plymouth. El
17 las fragatas francesas Juno y Chantil, apoyadas por el navío Princesa
apresaron el navío inglés Ardent, de 64 cañones. El 19 cayeron dos rayos sobre
el Santísima Trinidad que ocasionaron 16 heridos. El 31, a la altura de las
Sorlingas, se avistó la escuadra de Hardy, que ante la presencia de la aliada
se retiró en desorden. Tras este infructuoso dominio del canal de La Mancha, al
ser picadas las dotaciones por enfermedades y el escorbuto, los aliados se
vieron forzados a desistir del intento y entrar en Brest el 14 de septiembre.
Allí cesó d'Orvilliers a petición propia y el 22 se hizo cargo del mando el
Conde Duchaffault de Besné.
De acuerdo con las instrucciones de
la Corte española de 27 de septiembre, Córdova recibió orden de pasar a Cádiz
para unirse a Lángara y reforzar el bloqueo de Gibraltar. Salió de Brest el 9
de noviembre con 15 navíos, dos fragatas, un brulote, una balandra apresada a
los ingleses y seis fragatas francesas para exploración. Cuando el 11 se
encontraba al norte de Cabo Ortegal, despachó a Ferrol los cuatro navíos del
jefe de escuadra Ignacio Ponce de León y prosiguió el viaje con el resto. Al
llegar al Estrecho el día 19, Córdova se enteró que Lángara había pasado al Mediterráneo
forzado por el mal tiempo, y decidió esperarlo en el acceso de poniente del
Estrecho. Allí sufrió en diciembre un temporal tan fuerte que el Trinidad
estuvo a punto de perderse sobre la costa africana, y el resto de los buques
resultaron tan maltratados que se vio obligado a entrar en Cádiz el 31 a
repararse.
Participó como insignia de Córdova en la salida de las fuerzas combinadas del 9 al 18 de julio de 1780. Volvió a
la mar el 31 de julio con la misma escuadra, que se situó entre 20 a 30 leguas
del cabo San Vicente. Durante el crucero, siguiendo las instrucciones del
conde de Floridablanca, el 9 de agosto de 1780, Córdova interceptó un convoy
inglés de tropas y pertrechos destinados a Bombay y Jamaica. Dada la orden de
caza general, el día siguiente fueron apresados cuatro fragatas y 51 buques enemigos
y conducidos a Cádiz el 29 de agosto.
El 23 de julio de 1781 volvió a
salir Córdova con más de 50 navíos, entre ellos 22 franceses del Conde de
Guichen y de La Motte-Picquet, destinada a dar cobertura a las fuerzas
dirigidas a la reconquista de Menorca y llevar a cabo una segunda campaña en el
canal de La Mancha, durante la cual se apresó a la altura de las Sisargas otro
convoy británico de 19 buques que se dirigía a Terranova. Inmediatamente pasó a
Algeciras para intervenir el 13 de septiembre con sus embarcaciones menores en
el salvamento de las dotaciones de las baterías flotantes que atacaron el Peñón
Regresados a Cádiz el 23 de septiembre, el Trinidad entró en carena y forró de
cobre el casco en el arsenal de La Carraca desde el 5 de octubre al 15 de abril
de 1782; durante este tiempo el almirante trasbordó su insignia al navío Purísima Concepción. El 20 de octubre, de nuevo como capitana de Córdova,
asistió al combate de Espartel librado por la escuadra combinada contra la
británica del almirante Howe; durante la acción sufrió un muerto y cuatro
heridos. Alcanzada la paz el 23 de abril de 1783, de Real Orden desarmó la
escuadra. En 1786 a 1789 continuó en Cádiz al mando del capitán de navío don Pedro Autrán. De 1790 a 1795 permanecía en la misma situación al mando del capitán de
navío Jerónimo González de Mendoza.
El 4 de agosto de 1796 salió de
Cádiz a las órdenes del capitán de navío Rafael Orozco con la insignia de Juan
de Lángara, comandante general de la escuadra ,de 26 navíos y 14 fragatas que
escoltó durante algunos días a la división francesa del contralmirante Richery
destinada a hostigar los establecimientos británicos del banco de Terranova. Lángara regresó a Cádiz para salir nuevamente el 26 de septiembre y penetrar en
el Mediterráneo, allí sorprendió y atacó un convoy inglés al que apresó un
bergantín y un mercante. A la altura de Cartagena se le incorporaron siete
navíos, entró en Tolón a principios de noviembre y se hizo de nuevo a la vela
un mes más tarde con doce navíos más franceses, para escoltar la división de
Villeneuve que se dirigía a Brest. Finalmente fondeó en Cartagena el 20 de
diciembre. Lángara fue relevado en este puerto por el almirante José de Córdova y Ramos, quien también izó su insignia en el Santísima Trinidad, incorporándose la escuadra del Mediterráneo del Conde de Morales de los Ríos; nuestro navío
seguía al mando de Orozco.
Decidió el Gobierno español el
traslado de esta fuerza desde Cartagena a Cádiz, Córdova salió a la mar el 1 de
febrero de 1797 con 27 navíos y otras fragatas y buques menores. Al llegar a su
destino no pudo tomar puerto por el viento de Levante y la escuadra se
sotaventó hasta el cabo
San Vicente, donde el 14 de febrero, ya
disminuida a 24 navíos, se vio sorprendida por la presencia de 15 británicos
que en dos columnas cerradas al mando del almirante John Jervis se dirigían
hacia él. Los españoles se encontraban desordenados por un exceso de confianza
de su almirante, que a la vista del enemigo dispuso a las siete y media formar
tres columnas al rumbo ESE. Al no cumplirse la orden por varios navíos, repitió
la señal dos horas más tarde pero fue incapaz de reunirse con los buques más
alejados; como consecuencia, a las once y media ordenó formar una pronta línea
de combate, mura babor, sin sujeción a puestos, cuyo cumplimiento implicaba
virar de vuelta encontrada hacia el enemigo y empeñar enseguida la acción. La
escuadra española quedó dividida en grupos, uno de 17 navíos del centro y la
vanguardia, otro de cinco de la retaguardia y dos destacados. Jervis atacó al
primer grupo, rompiendo el fuego a las once empezando por la cola de la
formación, precisamente donde se encontraba el Trinidad, que recibió las descargas sucesivas de los navíos
enemigos según pasaban por su costado. El insignia español fue incesantemente
cañoneado durante cerca de cinco horas por el Blenheim, de 98 piezas de
artillería, el Orion, el Irresistible y el Excellent, los tres de 74, habiendo combatido previamente con el Captain y el Culloden, ambos también de 74. Quedó completamente desarbolado,
deshecho el costado y la aleta de estribor, 60 balazos a la lumbre del agua,
desmontados una porción de cañones, haciendo 37 pulgadas de agua por hora, con
476 bajas a bordo -de ellas 69 muertos - y tuvo que rendirse. Pero, sin embargo,
al acudir en su socorro los navíos Conde
de Regla, Príncipe de Asturias, San Pablo y el Infante don Pelayo, los británicos se vieron obligados a retirarse
sin su ansiada presa.
Córdova trasbordó la insignia a la
fragata Diana a las 7 de la noche del
combate, y el Trinidad se
dirigió hacia Cádiz navegando con las reliquias del trinquete y del
velacho y armando bandolas, en conserva de la fragata Mercedes, que inútilmente intentó remolcar al navío. El 17 al
mediodía se perdió el contacto con la Mercedes
y el Trinidad fue avistado por una
balandra inglesa; al anochecer se reincorporó la fragata. En la mañana del 20
fue alcanzado por una división de dos navíos, cuatro fragatas y un bergantín
británicos. Ante la situación del navío y la superioridad del enemigo, Orozco
recurrió a la estratagema de izar la bandera británica por encima de la española,
dando a entender que estaba marinado por una dotación de presa inglesa, lo que
unido al mal tiempo surtió los efectos apetecidos y la división enemiga se
retiró, al anochecer del mismo día. El navío arribó sobre Zafí, en la costa de
Marruecos, hasta el 28 por la mañana que logró poner proa a Cádiz. Este día a
las 8 se situó por la popa del Trinidad
la fragata inglesa Terpsichore,
mandada por el capitán de navío Richard Bowen. A las 10 de la noche del mismo
día se acercó lo suficiente para intercambiar un fuego vivo con el navío
español, que finalmente rechazó a la fragata por los disparos acertados de los
cuatro cañones de guardatimones de 36 y 24 libras. El Trinidad sufrió algunas averías en jarcias y velas, varios balazos
en el costado, un soldado muerto, cinco hombres heridos, uno gravemente, y
algunos contusos. La Terpsichore
perdió el mastelero de gavia y averías en la arboladura, jarcias, vergas y
costados; así continuó todo el día 1 de marzo en seguimiento del español desde
barlovento hasta que el 2, el navío español avistó la escuadra del almirante
Córdova, a la que se incorporaría aquella misma tarde. El 3 de marzo fondeó en
la bahía de Cádiz.
En el arsenal de La Carraca fue
reparado de las averías sufridas, tomando el mando, el 18 de noviembre de 1803,
el capitán de navío Francisco Javier de Uñarte y Borja. Fue de nuevo armado al
declararse de nuevo la guerra con la Gran Bretaña en diciembre de 1804. El 18
de junio de 1805 quedó listo. Al llegar a Cádiz el 20 de agosto el jefe de
escuadra Baltasar Hidalgo de Cisneros a bordo del Neptuno, trasladó su insignia al Argonauta y el 1 de octubre al Santísima
Trinidad.
A partir de este momento, solo me queda relatar la participación del navío en la Batalla que tuvo lugar en Trafalgar, pero ese es otro capítulo que podemos leer en el siguiente enlace: La Participación del Santísima Trinidad en la Batalla de Trafalgar
A partir de este momento, solo me queda relatar la participación del navío en la Batalla que tuvo lugar en Trafalgar, pero ese es otro capítulo que podemos leer en el siguiente enlace: La Participación del Santísima Trinidad en la Batalla de Trafalgar
No hay comentarios:
Publicar un comentario