Castillo de Gordón


La geografía de este territorio, es ya de por sí, una excelente frontera natural, complementada, posiblemente, desde la época visigótica por la fortaleza conocida como el “Castiello de Gordón”, dando lugar a que la historia del Concejo tenga su raíz en aquella fortaleza, así como su evolución administrativa posterior. El castillo que posiblemente, pudo ser construido en tiempos de Alfonso III el Magno con el fin de consolidar su reino, siendo éste, junto a los de Luna y Alba un baluarte defensivo de primera magnitud contra los musulmanes, dando lugar a que, en más de una ocasión, sufrió los demoledores envites de los cordobeses, entre otras, las producidas en los años 986 y 994, donde esta fortaleza defensiva, que ocupaba el centro montañés del paso natural al reino de Asturias, fue objetivo de destrucción. 

De estos sucesos perviven los relatos del abad Ordoño de Eslonza y los Cronicones de Alfonso el Sabio, de Tudense y de Don Rodrigo, que testimonian las gestas, coincidiendo todos en subrayar la victoria de las fortalezas mencionadas sobre las armas sarracenas, cuando ya Almanzor había entrado en León, destruido Coyanza y arrasado en parte a Astorga. 


De todas ellas, traemos aquí a colación, el texto que lo describe en la Crónica del Alfonso el Sabio, “En el XI anno deste rey vino Almanzor otra vez a esta tierra de cristianos, et corrio toda la tierra, et llego fasta Alba et Luna et Gordón et a otro Castiello Arborio; et combatiolos Almanzor, mas pero non los priso...”, rememorando el hecho vemos estas últimas palabras, “MAS PERO A GORDON NON LO PRISO”, apareciendo en la bordura del escudo de armas de este municipio. 

Esta fortaleza fue gobernada como “tenencia” por caballeros designados por el monarca y de este aspecto queda constancia documental de algunos de los que fueron “tenentes” de Gordón: en el año 1.052, lo fue Exemeno Velasquizi; en 1.197, Petro Fernandi y el 1.207 Alvaro Núñez. 

La relevancia de este castillo como bastión de la Monarquía leonesa, queda expresa en el tratado de paz entre Alfonso VIII, rey de Castilla, y Alfonso IX, rey de León. Las rivalidades y luchas entre ambos monarcas, concluyen con el conocido como “Tratado de paz de Cabreros”, en él se establece que el castillo de Gordón sería comiso de Castilla. 


El castillo sufre una primera destrucción o desmantelamiento, tal vez debida a la voluntad del rey leonés Alfonso IX, para evitar fricciones con el rey de Castilla, su primo, el castellano Alfonso VIII, hecho que debió de ocurrir hacia el año 1220 para congraciarse con el glorioso vencedor de las Navas. Este baluarte bien pudiera haberse reconstruido con posterioridad y dudosamente pudiera haberse usado como mansión de recreo de los monarcas. 

Su destrucción definitiva obedece a la orden dada por la Regencia en 1811 a fin de que no sirviese a los planes de ocupación de los franceses. En la actualidad, de esta construcción defensiva, ampliamente citada en fuentes documentales, y emplazada sobre un cerro en las proximidades de la localidad de Los Barrios, no restan más que los cimientos, de su abandono y falta de uso surgió su más absoluta expoliación, y sus calizas fueron posiblemente usadas para la construcción de algunas casas de la zona.



FUENTE: Ayuntamiento de la Pola de Gordón

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