Castillo de la Mola en Novelda
RUTA DE LOS CASTILLOS DEL VINALOPÓ
Como otras de las fortalezas que hemos visto en
capítulos anteriores, esta también nace con la necesidad de controlar y vigilar
la línea fronteriza entre los reinos de Castilla y Aragón por un lado y el
reino musulmán de Murcia por otro. Construido por los musulmanes almohades en
el siglo XII, sobre alguna fortificación de origen romano.
En un principio pertenecía al reino musulmán de
Murcia, hasta que el infante Alfonso, luego rey Alfonso
X de Castilla lo toma en el siglo XIII y se lo entrega a su hermano el
infante Juan Manuel, quien a su vez se lo entrega en régimen señorial a su hija
Violante. Por el ya conocido tratado de Almizra, el castillo pasa a formar
parte de la Corona de Aragón y más concretamente al Reino de Valencia en 1305
en la persona del rey de Aragón Jaime
II. Este rey se lo entrega a su esposa Blanca
de Anjou.
Pedro
IV el Ceremonioso otorgó en 1363 el señorío a Beltrán Duguesclin por la
ayuda prestada en sus luchas con Castilla, a partir de este momento el castillo
pasará por diversas manos hasta 1391 en que Pedro de Maza de Lizana, Almirante
de Aragón y señor de Mogente, compra a doña Violante
de Bar, esposa del rey Juan
I el del Punyalet el castillo. En 1448 con Juan
II se constituye la Baronía de Novelda en la persona de Pedro Maza de
Lizana. Será con este barón cuando se refuercen los lienzos de la muralla, y
cuando el castillo adquiera su máxima importancia.
En 1521
durante las guerras de las Germanías Ramón de Rocafull, señor de Albatera
reclutó gente entre los vecinos de Novelda para combatir a los agermanados
atrincherados en Orihuela. Durante la guerra de la Independencia el héroe José
Romeu organizó diversas partidas de guerrilleros por la zona, aunque no consta
que el castillo tomará parte en dichas acciones. Novelda, durante la guerra de
Sucesión se proclamó partidario del archiduque
Carlos. Este castillo tiene una larga historia, así entre sus
muros se han realizado ventas de esclavos, ejecuciones y cautiverios como el
que tuvo que sufrir el Adelantado Mayor del reino de Murcia, don Alonso Yañez
Fajardo. En el siglo XVI el castillo entró en franca decadencia para ser
abandonado en el siglo XVIII. Desde que en el siglo XIV lo comprara Pere Maza
el castillo siempre ha pertenecido a este linaje, consta que en el siglo XIX
pertenecía al Marqués de la Romana, aunque desde las Cortes de Cádiz los
señoríos y mayorazgos habían desaparecido.
Su estructura es poligonal. Se compone de una torre cuadrada exenta de
época almohade a la que rodea una muralla de aproximadamente cuatro metros de
altura dejando en su interior un gran patio de armas. Tanto la torre como la
muralla están construidas en tapial, característico de la arquitectura militar
islámica. Las murallas se complementaban con ocho torres cuadrangulares en
saliente, de las cuales sólo se conservan cuatro, dos de ellas
enmascaradas. En realidad, solo se conservan dos torres, una de ellas
musulmana del siglo XII y la segunda de forma triangular cristiana del siglo
XIV. La entrada al castillo se realiza a través de una portada formada por un
arco de medio punto en perfecta sillería. La misma se encuentra flanqueada por
una torre adosada al lienzo de la muralla. Aún dispone el castillo de
otra entrada, mucho mas posterior situada en las cercanías de la torre
triangular. Realizada en piedra sillar, contrasta con el lienzo de muralla en
tapial sobre el que se abre.
La torre musulmana es de sección cuadrada y tiene doce
metros de lado, esta realizada en tapial y apenas dispone de ventanas. Se
accede a través de un arco de medio punto enmarcado por sillares y dovelas, situada
en altura. Dispone de planta baja y a través de una escalera de piedra se
sube a la terraza. La misma ha perdido altura, ya que el castillo fue
abandonado y la torre almohade desmochada para evitar que alguien pudiera
encastillarse en ella. Debía tener por lo menos otro piso y lo que hoy es la
terraza sería en su momento el primer piso.
En el
flanco noroeste los cristianos construyen una torre única por su forma en la
zona, ya que adopta la forma de triangulo equilátero. Construida en mampostería
con refuerzos de sillares en las esquinas, sus ángulos forman unas perfectas
aristas. A esta torre se le suele denominar de las tres esquinas o la de los
tres picos. Esta torre se construyó para reforzar la débil y maltrecha
fortificación islámica. Las excavaciones realizadas permiten asegurar que esta
singular edificación se erigió en la primera mitad del siglo XIV. Sería pues
una de las primeras muestras del gótico civil militar en la zona. Sus muros son
gruesos como fácilmente se puede comprobar al observar los vanos abiertos
en el muro. La torre tiene 15 metros por lado y 17 metros de altura. Se
accede a la misma a través de un arco de medio punto situado en altura. Dispone
de planta baja, primera planta y terraza. La torre no dispone de almenas y
parece ser que nunca las llegó a tener. Su construcción la atribuyen algunos
autores a Arnaldo de Vilanova, que vivió durante el señorío de Blanca
d'Anjou. Construida en sillarejo, tiene refuerzos de sillares en las
esquinas y pequeñas y escasas saeteras permiten el paso de luz al
interior. Reforzando los lienzos de las murallas aún podemos
encontrar los restos de las diversas torres de planta cuadrada de las que
disponía el castillo. Así mismo en el interior del recinto podemos encontrar
excavaciones donde se puede constatar la existencia de las diversas dependencias que
debería tener la fortaleza.
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