Cripta bajo el Monasterio de Santo Domingo en Toledo


Primer lugar de enterramiento de El Greco, la cripta bajo el Monasterio de Santo Domingo El Antiguo es un lugar impactante y único en esta increíble ciudad. Está bajo el Convento, aunque se puede ver a través de un pequeño cristal en un lateral de la nave de la Iglesia. Fallecido el 7 de abril de 1614, Domenikos Theotokopoulos fue enterrado aquí, aunque hay dudas de si los restos del pintor continúan en la cripta o fueron trasladados al desaparecido convento de San Torcuato

Dos años antes de su muerte, El Greco había acordado con las religiosas del convento pintar una gran obra a cambio de una sepultura en dicha iglesia. “La Adoración de los Pastores”, hoy en el Museo del Prado. Allí fue sepultada también años después Alfonsa de Morales, nuera del Greco y primera esposa de Jorge Manuel. Sin embargo, un desacuerdo haría que el compromiso se cancelara en 1618, cuatro años después de morir el pintor, reclamando las monjas cistercienses a Jorge Manuel la exhumación de los restos

Nada acredita que los restos del Greco fueron sacados de Santo Domingo el Antiguo, aunque se sospecha que fueron trasladados al convento agustino de San Torcuato. Allí contrató el hijo del artista en 1619 una bóveda sepulcral, para el enterramiento de su familia, y que allí recibió sepultura la segunda esposa de Jorge Manuel, Gregoria de Guzmán. Jorge Manuel solicitó un permiso para colocar un letrero sobre la bóveda sepulcral, según un documento conservado en el Archivo Histórico Provincial, que reforzaría la idea de que allí hubiera sido inhumado El Greco. Sin embargo, el convento de San Torcuato fue demolido entre 1869 y 1870. Las excavaciones llevadas a cabo en el lugar a principios del siglo XX por Francisco de Borja San Román concluyeron sin que se pudieran localizar los restos del pintor.

San Román había buscado en 1908 sin éxito los restos del Greco en el convento de Santo Domingo el Antiguo. En la bóveda subterránea encontró gran cantidad de restos humanos, esparcidos unos por la tierra que le sirve de pavimento y otros conservados en deshechos ataúdes, no habiendo el menor vestigio de lápida funeraria.

El artista Guerrero Malagón retomó la búsqueda en los años 60, convencido de que los restos del Greco nunca salieron de su cripta original del convento de Santo Domingo el Antiguo. Dos años después bajó a la tumba encontrando trozos de huesos humanos en un estado muy difícil de identificar.

El médico Rafael Sancho San Román bajó de nuevo a la cripta en una tercera expedición en 1984 que documentó minuciosamente, pero tampoco entonces se pudo demostrar que allí continuaban los restos del Greco.

En la iglesia de este convento de religiosas cistercienses se puede ver la humilde cripta, con un altar y sobre él una gran cruz de madera junto a una caja de madera con algunos de los restos óseos hallados, pero no hay certeza absoluta de que sigan en ese lugar. La mayoría de los investigadores creen que los huesos del genial artista acabaron en el hoy desaparecido convento de San Torcuato, pero sigue siendo un misterio.

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