Los hijos del pintor en el Salón Japonés
Óleo sobre lienzo, 44 X 93 cm.
Pintada en 1874. A pesar de quedar
inconcluso por la repentina muerte del pintor, este cuadro es una de las
grandes obras absolutas del arte de Fortuny y expresión máxima de las cotas de
audaz modernidad pictórica que alcanzó este maestro en su madurez plena.
Los
dos niños que aparecen en el lienzo son sus propios hijos, María Luisa y
Mariano. Descansan sobre un largo diván del salón japonés de Villa Arata,
residencia veraniega del matrimonio Fortuny en Portici, en una estancia de
lisos muros, decorados tan sólo con la rama de un árbol en flor con mariposas.
El pequeño Mariano, que contaba entonces tres años, está desnudo, lleva una
careta en la cabeza y se cubre con una manta de raso, y María Luisa está
tendida sobre grandes almohadones, dándose aire con una abanico.
Fortuny
comenzó a pintar este cuadro durante su última estancia estival en Portici con
la intención de regalárselo a su suegro, el gran maestro Federico de Madrazo.
Era por tanto una obra íntima y familiar que iba dirigida de pintor a pintor,
lo que explica la esencia exquisita de su calidad como pura pintura en la que
Fortuny se expresa con absoluta libertad. El lienzo pone de manifiesto la
decisiva influencia que la estética japonesa tuvo en la última madurez de
Fortuny. En efecto, el juego de las líneas horizontales y verticales en una
composición de gran elegancia por su formato marcadamente apaisado, los
diferentes planos lisos de color de los muros y suelo de la estancia y la
inclusión de elementos decorativos, como las mariposas y el abanico, testimonian
la huella de la estética japonesa en Fortuny, que muestra aquí su soberbio sentido
del grafismo en la zona izquierda, de una extraordinaria desenvoltura del
pincel, consiguiendo calidades plásticas de una modernidad asombrosa en el muro
del fondo, que contrastan con el volumen apurado y preciso con que están
modeladas las figuras de los niños, menudas y frágiles, que quedan totalmente
envueltas en el despliegue pictórico de su entorno escenográfico.
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