Calle d’En Llop en Valencia


Esta calle tiene este rótulo, desde hace poco más de un siglo y medio. Con sus grandes edificios modernistas, se hizo célebre por la imponente y grotesca escultura de un hombre de formas colosales, que allí fue colocada sobre la fachada de una casa de esta calle, que el vulgo no dudó en bautizar con el popular nombre del “Nano del carrer d’En Llop”. Pero recordemos su historia: 

Al hablar de la Plaza del Ayuntamiento, recordamos que la nobiliaria familia de los Castillo, tenía su palacio en esta plaza, cuya fachada lateral asomaba a la calle En Llop. Y precisamente a esa misma calle asomaba la fachada posterior de la casona solariega de Lorenzo Merita Llácer, en la cual se hallaba su dormitorio. Y no queriendo ser observado por su vecino, decidió comprar la casa lindante, con el objeto de elevarla y evitar así curiosas miradas.


Ambos vecinos eran regidores perpetuos, por ser nobles y por elección entre los miembros del Concejo, fueron designados para representar a la ciudad en la corte, con motivo de la solemne Jura del príncipe de Asturias, hijo de Carlos III y que más tarde sería rey con el nombre de Carlos IV.

Con tal fin marcharon ambos regidores a la capital de España. Durante el largo viaje, Francisco Castillo, tuvo ocasión de tratar con Lorenzo Merita acerca de alguna parte del edificio palaciego, que le mermaba luces y le privaba a su casa de la alegre vista del jardín de los frailes de San Francisco. Como existiesen discrepancias, se originó una polémica que duró todo el viaje. Llegados a la corte, se olvidó de momento el asunto.


La presencia de Francisco Carrillo en la corte, le valió precisamente el título de marqués, con la denominación de aquél acto, es decir de Jura Real. Pronto hizo valer en las dos portadas de su palacio en Valencia, el correspondiente escudo heráldico, con la corona, símbolo del marquesado. Fue entonces cuando Lorenzo Merita se indignó por la deferencia que había tenido el rey con su vecino. Y para aumentar su agravio, tuvo que paralizar, por sentencia Judicial, las obras que realizaba para evitar ser observado por el marqués. Todo ello le impulsó a colocar en la fachada posterior de su casa, que daba a la calle En Llop y que enfrentaba con el lateral del palacio de Jura Real, una grotesca figura de un tipo hercúleo tallado en piedra en actitud de darle la espalda a la casa del marqués.


Cuando la noble alcurnia de los Castillo pasó a residir en Madrid, el suntuoso palacio fue derribado y en su solar, se alza en la actualidad, el majestuoso edificio conocido por “La Adriática, S.A.” de seguros. Mientras que la mansión de los Merita fue transformada en un importante bazar.


En tanto el “Nano” continuó en su actitud insolente, dando la espalda al público que por allí pasaba, hasta que una nueva configuración de la calle, obligó a retirarlo de su emplazamiento. Y así el mes de agosto de 1929, fue trasladado a una finca que el señor Carceller poseía en La Cañada, sobreviviendo allí hasta nuestros días.

Comentarios

  1. La primera fotografía corresponde a los restos del Hospital d'en Bou en el actual Paseo Ruzafa

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  2. Interesante.Me gustaría visitar la finca y ver la escultura.

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