Fantasía sobre Fausto
Pintado en 1866. Óleo sobre lienzo, 40 X 69 cm.
Fortuny encontró en esta obra la proximidad entre la pintura
y la música. Fortuny evocó una de las veladas musicales a las que asistió
durante su estancia en Madrid en el verano de 1866.
El desorden de las partituras que rodean a Pujol en el suelo
evoca la arrebatada ejecución del músico, capaz de hacer imaginar a sus oyentes
la escena del jardín. En ella, Mefistófeles, que da el brazo a Marta, se vuelve
con vivacidad, en el centro de la composición, ataviado como indica Goethe
cuando se presenta por segunda vez a Fausto cual joven noble en traje de púrpura bordada de oro, con la esclavina
de raso al hombro, la pluma de gallo en el sombrero y larga y afilada espada al
lado. Su movimiento, de gesto teatral, se acentúa por el vuelo de
la capa, y la instantaneidad de su presencia viene acentuada por el vuelo bajo
de un búho de color blanco. Este animal se relaciona con la Fatuitas propia del demonio en
los emblemas de Alciato y con la muerte y el mal agüero en la Iconografía de Ripa, además de
aparecer en el episodio de la noche de Walpurgis en el Harz en el propio Fausto de Goethe. La figura de
Mefistófeles interesó al artista, que realizó un dibujo a tinta y un apunte a lápiz.
Al fondo, el beso entre Fausto y Margarita se plasma en una pintura de
ejecución aérea en tonos claros y luminosos que evoca las calidades de Tiépolo.
La pincelada del artista no es minuciosa, sino rápida y
enérgica. Así lo muestra la libertad de los trazos de los paños, que amplifican
el movimiento de los personajes de ficción. La riqueza del colorido hace
contrastar las entonaciones calientes con golpes de luz claros en la parte
inferior y las frías en la superior, diferenciando con nitidez la parte real de
la imaginada.
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