Casa profesa de la Compañía de Jesús en Valencia
La edificación de la Casa Profesa, debió de principiarse entorno al
primer núcleo de 1579, es decir a la vieja capilla en la que se celebró en 25
de enero, y a su primitivo templo bendecido en 6 de junio. La construcción del
monumental templo entre 1595 y 1631, con su sacristía del año siguiente, debió presionar, obligando a adaptar y
ampliar el resto del conjunto, tarea que debió ocupar buena parte del siglo.
Todavía la construcción del monumental trasagrario en el primer cuarto del
XVIII, tuvo que remodelar la casa lindante hasta ahora con la cabecera del
templo. En 30 de junio de 1613, hallamos concierto de obras entre el padre
Francisco Boldó, el mismo que contrató la iglesia en 1595, y el maestro
Francisco Arboreda, para obrar "en el Dormitorio Doble que está Empeçado",
por 2.050 libras. En 4 de junio de 1614, era el padre José de Villegas el que
concertaba con el cantero Gaspar Bruel (conocido por su trabajo en la iglesia
del Patriarca, especialmente en las pirtadas del crucero) la "fábrica de
dos Piles de Jaspe pera hun llevatori", para uso de la casa, que serian
trabajadas en Tortosa, donde a la sazón residía el artífice, y traídas una vez
concluidas a nuestra ciudad por mar, todo por la suma de 150 libras.
El conjunto de la Casa Profesa, se extendía a levante, como aún hoy, a
la parte de la Epístola del Templo, y hacia el norte. Dos patios separaban los
principales cuerpos del edificio. Adosada a la nave de la iglesia por el este,
se hallaba la llamada Casa de las Congregaciones, que tenía su propio patio, en
donde trabajó en el arte de la escayola fina el hermano José Paradís. En el
salón inmediato estaban los cuadros de San Ignacio, pintados por un precoz
Vicente Salvador Gómez, a los catorce años. Tras ella hacia el norte, se
hallaba la llamada sala de los Cardenales, ámbito de la primera capilla
referida de 1579. De allí hacia el este, dos espacios conformaban la sala de
las visitas y portería, parte hoy subsistente, utilizada como biblioteca.
Hacia el norte nos encontrábamos con el claustro y jardín, uno de
cuyos fragmentos del lado sur todavía subsiste. Era obra de ladrillo, como en
general el resto de la casa. Presentaba orden dórico, con arcos inferiores, y
friso con triglifos y placado, elemento éste muy usado en la época decorativista,
lo que prueba su cronología mas avanzada dentro de la centuria para esta parte
de la casa, concretamente de 1650. En este claustro estaba la tabla de Juanes
de los santos Vicentes, que estuvieron primeramente en su capilla de la
iglesia. El ámbito sur del claustro, desembocaba a poniente en la
antesacristía, la cual tenía adosada la propia sacristía hacia el norte. En el
lado este del claustro se extendían los aposentos y celdas, y hacia el norte
con gran profundidad la zona destinada al aprovisionamiento, presidida por la
gran sala del refectorio y la De
Profundis, perpendicular a ésta. En toda esta parte desaparecida, se
hallaban la cocina, la bodega del vino, la despensa, el cernedor, la bodega del
aceite, el granero y el amasador. Más al norte, llegábamos al extenso corral,
al que daban el comedor de criados y las caballerizas.
En la planta principal, en el espacio lindante con la iglesia se
situaban las tribunas al ámbito de la capilla mayor y del crucero, por la parte
del Evangelio. También se destacan la sala de la Congregación de Clérigos y
caballeros del Espíritu Santo, pieza subsistente que ostenta bellos esgrafiados
de 1668, restaurados en 1669. Frente a ella, perpendicular, de planta muy
alargada, se halla otra pieza subsistente, la antigua biblioteca, también
denominada salón Borja, con portentosa portada lignaria decorativista de
acceso. Cuenta con pilastras que revierten en ménsulas y bóveda rebajada con
lunetos y esgrafiados en su plementería. Frente a la librería, una imagen del
Crucificado de Juan Muñoz, la que luego se trasladó a un salón inmediato al
claustro bajo “y en un retablo que viene
enfrente entrando por la portería para ir hacia la iglesia”. Todo este
cuerpo de edificio de ladrillo muestra al exterior el típico cuerpo superior de
huecos en arco, que vemos también en el colegio del Patriarca, muy propio de la
arquitectura de uso civil del siglo XVII.
Tras la primera expulsión en 1767 de los jesuitas, la parroquia de San
Nicolás pretendió permutar el templo por el suyo, sugiriéndose convertir la
Casa Profesa en “seminario de Pupilaje”.
Tras la exclaustración de 1835, el edificio tuvo diversos usos. Fue sede del
gobierno político de la provincia y diputación provincial. La ocupación más
honrosa que tuvo después hasta 1963, fue la de acoger los fondos del archivo
del Reino de Valencia. El derribo del templo en 1868, no afectó grandemente al
resto del conjunto, que se vio fortalecido a partir de 1884 con el regreso de
la orden y la construcción del nuevo templo. En 1936, sin embargo, las
destrucciones producidas afectaron al conjunto desde la cabecera del templo y
el ala sur del claustro principal hacia el norte. La parte correspondiente a la
antigua casa de Congregaciones, se ha reconstruido, inaugurándose en 1971. Han
subsistido, sin embargo, el núcleo primigenio de la llamada sala de Cardenales,
o primitiva capilla de 1579, así como la antigua portería y sala de visitas,
hoy destinada a biblioteca, todo ello en la planta baja. En el piso superior,
las piezas subsistentes han sido las referidas al salón Borja, y capilla
fronteriza de la Congregación del Espíritu Santo.
Uno de los mas más vastos y complejos conjuntos cenobíticos arbitrados
a lo largo del siglo XVII, fundamentalmente, en la ciudad de Valencia, en el
que podíamos encontrar pese a las sucesivas etapas constructivas, un criterio
racional y funcional en su diseño, el cual sustancialmente debió responder, con
pocas variaciones, a un plan previo inicial. Perfecta integración orgánica de
sus elementos, de la Casa Profesa con su templo, cuerpos en torno al claustro
principal, y secundario, etc.; no exento de monumentalidad en muchas de sus
piezas, como el refectorio, la biblioteca y la congregación de clérigos y
caballeros del Espíritu Santo.
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