Desnudo en la playa de Portici


Óleo sobre tabla, de 13 X 19 cm. Realizado en 1874 en Portici, localidad cercana a Nápoles adonde se trasladó Fortuny con su familia en el verano de 1874. Allí el pintor trabajó al aire libre motivos de mar, que pintaba por primera vez. Acostumbrado a la representación del cuerpo desnudo captó la anatomía del niño mediante una pintura directa y con una precisión extraordinaria. Acertó a manifestar en su postura el placer que le produce al niño el calor del sol y reflejó la incidencia de la luz en las distintas partes del cuerpo con toques de azul, verde y rosa. Resuelto con pinceladas rápidas y sueltas, en contraste con el fino acabado del desnudo, la obra denota un acercamiento al natural muy novedoso el mismo año en que se celebraba la primera exposición impresionista.

La figura recuerda en su composición, con la pierna derecha extendida y la izquierda flexionada sobre ella, al célebre Hermafrodita helenístico de la colección Borghese, en el Museo del Louvre, del que el Prado posee una copia en bronce. Aunque menos marcada, también hay en esta obra una cierta sugestión de ambigüedad respecto al sexo de la figura. Ésta es quizá la obra de mayor acierto del pintor entre las que realizó en Portici. 

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