Monasterio de los P.P. Mercedarios de El Puig de Santa María en Valencia


Monasterio 

En 1237 las huestes del rey de Aragón Jaime I llegan hasta el castillo de Yubaila o Enesa, pero antes de que sus huestes consigan conquistarlo, los musulmanes lo destruyen y se retiran hacia Valencia. Los cristianos lo reconstruyen, dándole el nombre de "Puig de Cebolla"; el rey pone al frente del mismo a su tío Bernat Guillem de Montpellier i Entença, quedando como alcaide del castillo en tanto Jaime I se retira hacia el norte en busca de los víveres y refuerzos necesarios para la toma de Valencia. 

Ante la retirada de Jaime I, los musulmanes confiando en la debilidad del enemigo, salen de Valencia y se dirigen hacia el castillo de Enesa con ánimo de tomarlo, pero son descubiertos y los cristianos optan por plantar batalla en campo abierto. Según la leyenda en la batalla conocida como del Puig o de Enesa, que tuvo lugar el 20 de agosto de 1237, hace su aparición San Jorge que inclina la balanza de la batalla en favor de los cristianos a pesar de su inferioridad numérica. La batalla sería de gran importancia para los cristianos, pues los musulmanes vuelven a retirarse tras los muros de Valencia y nunca más se atreverán a salir de ellas, por lo que dejaban libre el camino del rey Jaime I hacia la ciudad. 


Los restos del castillo en la actualidad reciben, junto al promontorio en que se alzan, el nombre de “Montaña de la Patà". El nombre de “patà" (coz o patada), se debe a otra leyenda según la cual el caballo del rey Jaime I el conquistador, dando una coz en el suelo de la colina, hizo brotar agua. En la actualidad se considera que esta leyenda puede estar basada en el encuentro por parte de las tropas cristianas del aljibe de agua de que se suministraba el castillo musulmán, con lo que ello tenia de trascendental para la toma del castillo. 

Se sabe con absoluta certeza a pesar de las leyendas que circulan, que el rey Jaime I no participó en la batalla del Puig, pues como hemos dicho se había dirigido hacia el norte en busca de víveres y refuerzos, días antes de celebrarse la batalla. 

La fundación del monasterio se debe, con toda seguridad, a la voluntad del rey de Aragón, don Jaime I el conquistador, ya que mientras se encontraba en la población de El Puig (Puig = colina o montículo), con sus huestes preparando el asedio a la ciudad de Valencia, san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced que le acompañaba, encontró enterrada en la misma colina donde hoy se alza el monasterio, debajo de una campana, una imagen en forma de icono en piedra de la Virgen María. El rey consideró este hallazgo como un hecho milagroso, proclamando a Santa María de El Puig como Patrona del reino de Valencia. 

En el año 1240, el rey don Jaime hace entrega de estas tierras a don Arnaldo (Arnau) de Cardona, de la Orden de la Merced, con la condición de que levantase un santuario a Santa María. Se trataría de una pequeña iglesia o capilla de la que ya no quedan restos, a excepción de la portada de la iglesia actual, que fue trasladada posteriormente al lugar donde la podemos ver hoy. Pero las tierras pasan a manos de Roger de Lauria, almirante de la Corona de Aragón, que fue quien dio inicio a las obras de la iglesia hacia el 1300. Estas se dieron por concluidas en 1340. 

Por mandato del rey don Jaime, se encargó a la Orden de la Merced la guardia perpetua del santuario. Según se cuenta el lugar del hallazgo le fue señalado a San Pedro Nolasco por siete estrellas que brillaban sobre el Puig. 

El 10 de mayo de 1961 el papa Juan XXIII tuvo a bien nombrar a la Virgen de los Desamparados como Patrona de Valencia y su Reino, desbancando así a la histórica figura de la Virgen del Puig como Patrona. 

En el monasterio encontramos tres conjuntos: el convento propiamente dicho que es la residencia de los religiosos, el Santuario o Iglesia de la Patrona del Reino de Valencia y un tercer elemento con la instalación del Museo de la Imprenta y la Obra Gráfica. 

La primera piedra se colocó el 1 de septiembre de 1588, con la bendición del Patriarca Arzobispo de Valencia San Juan de Ribera. Fue el primer maestro de obras Antón Dexado de la Cossa. Tiene una superficie de 4.000 metros cuadrados, de planta rectangular, y línea herreriana o escurialense. Los cuatro robustos torreones situados en cada una de sus esquinas, le dan un aspecto de fortaleza impresionante. Se comenzó a construir por el torreón del lado sur-este, siendo todos de planta cuadrangular excepto el que recibe el nombre de Torre de la Peyrona que lo es rectangular. Construido en mampostería con piedra de rodeno (rojiza) y sillares de refuerzo en las esquinas. 

Destacan en sus fachadas el gran número de ventanas que se abren al exterior y que se corresponden con las distintas dependencias interiores del monasterio. 

Se entra al monasterio por la portería situada en la fachada de levante. Dos rampas situadas a cada extremo de la fachada, permiten el paso a la meseta donde se encuentra la portada. La original es la que mira al norte, sin embargo la que mira al sur es la más utilizada. La rampa norte salva el desnivel sobre el montículo o "puig" en donde se encuentra el monasterio. Una portada cerrada por una reja, formada por un arco de medio punto sobre un muro de mampostería y con un escudo de la orden mercedaria, permite el paso a la meseta donde se alza el monasterio. En el ático del muro, una cruz labrada por ambas caras nos da la bienvenida, en el anverso un Crucificado y en el reverso la Virgen y el Niño. La portada fue realizada entre el 22 de noviembre de 1666 y el 18 de marzo de 1667. La puerta de la portería es adintelada muy sencilla sin ninguna clase de adorno, precedida por unos pocos escalones. 

Una vez en su interior, nos encontramos con un distribuidor, que da paso a varias dependencias, una de ellas el Museo de la Imprenta y la Obra Gráfica. A través de un arco rebajado situado a nuestra derecha, una escalera con pasamanos y balaustres de madera nos llevará al interior del monasterio pues las salas más importantes se encuentran en los pisos superiores. En la escalera realizada entre 1726 y 1730, podemos ver reproducidos en las contrahuellas, azulejos con cerámica de Manises, con diversos elementos del escudo de armas del monasterio: estrellas de ocho puntas, escudo de la Orden de la Merced y la campana. La escalera remata en una airosa cúpula apoyada sobre pechinas decorada profusamente a lo grutesco. 

En el primer rellano encontramos el óleo de "Santo Tomás de Villanueva dando limosna a un pobre" (de la escuela de Jerónimo Espinosa), y enseguida se llega al primer piso o claustro bajo. 

Claustro bajo De planta cuadrada, está formado por cuatro alas de 44,50 metros de longitud, 4,84 metros de anchura y 36 ventanales que dan al patio interior. En este nivel se sitúan el refectorio, la capilla y el salón gótico o cripta de la iglesia. Las pandas se cubren con vigas de madera y los entrevigados son de ladrillo. El claustro realizado todo él en ladrillo, fue comenzado el 1 de septiembre de 1667 por el maestro cantero Francisco Verde y el albañil del convento Juan Pérez. 

Las vidrieras de los ventanales, así como el resto, son de época moderna, ya que las que allí había fueron destruidas durante la guerra civil española. Por cualquiera de estos ventanales se puede acceder al patio interior descubierto. En esta ala encontramos una puerta con cancela de hierro forjado, que da paso al Salón gótico, que en realidad es la cripta de la iglesia que se encuentra en el nivel superior. Otra puerta da paso al Refectorio monacal construido en 1670 y restaurado en 1966. Se cubre por una bóveda rebajada sostenida por seis arcos fajones. Otra sala importante es la capilla de la comunidad de planta rectangular. 

Claustro Alto Cubierto con bóvedas de arista sobre arcos escarzanos. Sigue la misma disposición que el claustro bajo, pero en su estructura se aprecia que no ha sufrido tantas reformas como el claustro bajo. Sirve de pasillo de distribución a la Iglesia, a los dormitorios de los monjes, a la sala capitular, al Salón Real y al Salón de la Orden de los Caballeros del Puig. Es por tanto el piso más importante de todo el monasterio. En el muro de la derecha encontramos un pasadizo que comunica con la iglesia del monasterio. En esta ala encontramos una gran puerta que da acceso al vestíbulo del Salón Real. 

Por la puerta en cuyo frontón se encuentra el escudo en bronce de los monarcas españoles de la casa de Borbón, se penetra en el Salón Real, que es salón-comedor y estancias privadas de los Reyes de España, cuando se hospedan en el Monasterio. La sala se encuentra decorada con mobiliario de época pero no original. La techumbre se cubre con un artesonado de madera en su color natural de moderna creación. 


Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (Iglesia monacal) La iglesia del monasterio, es la parte más antigua de todo el conjunto monacal, fue iniciada a instancias del almirante don Roger de Lauria en el año 1300, en estilo gótico, continuada por su esposa doña Saurina de Entenza y terminada en el 1340 por la hija de ambos doña Margarita de Lauria y Entenza. A la iglesia se puede acceder bien por su puerta principal en el lado norte, bien por el pasadizo que comunica el claustro alto con la sacristía de la iglesia. 


El templo es de planta rectangular, de tres naves y cuatro tramos, con bóvedas de crucería sostenidas por pilastras y plementería de ladrillo. Dispone de coro de dos tramos a los pies, capilla mayor rectangular y camarín en su parte posterior. La nave principal está presidida por la Capilla Mayor o Presbiterio de ábside cuadrado, al estilo de los templos visigodos. Parece ser que la iglesia está levantada sobre otra construcción anterior a la invasión musulmana de la que no se disponen datos. Sobre el altar mayor se dispone un ventanal gótico y a los pies del templo se sitúa el coro, realizado en 1669. 

A la actual iglesia precedió, en el tiempo, la de una sola nave construida por orden de Jaime I, en 1238 y entregada a la Orden de la Merced por dicho monarca el 26 de julio de 1240, de la que se conserva únicamente la portada, trasladada de su emplazamiento primitivo (a los pies del templo) al lugar que hoy ocupa en el lado norte. Toda la estructura gótica fue recubierta entre los años 1739 y 1745 por un caparazón neoclásico de yeso con el correspondiente zócalo de azulejos, como se puede apreciar en las capillas-testigo que aún no han sido restauradas y devueltas a su original gótico. 

La reja que cierra el coro fue forjada en el año 1514 por Esteban Giner, de Valencia; y hasta el año 1967 estuvo a la entrada del presbiterio. 

En la Capilla Mayor se venera el icono de Nuestra Señora de El Puig, la imagen es un medio relieve cincelado en roca calcárea policromada, ejemplar de la estatuaria bizantina de la época de Justiniano (siglo VI); en ella se aprecia la técnica del relieve griego, con incorrecciones y pormenores de culturas exóticas características del estilo bizantino. Mide la losa 980 mm de altura por 620 mm de ancho y su espesor es de 117 mm con un peso de 200 kgs. La imagen de la Virgen está vestida a la usanza oriental, lleva al Niño en la rodilla derecha y está sentada en un trono. El Niño Jesús se encuentra de pie sobre la rodilla de su madre en actitud de abrazarla. La imagen hubo de ser restaurada después de la guerra civil española, pues la iglesia fue asaltada un 26 de julio de 1936 y fue canónicamente coronada en Valencia como Reina de las tierras valencianas, el día 9 de Octubre de 1954, título que como hemos visto perdería años después. Después de la restauración, el icono fue vuelto a policromar por el decorador José Suarez Escobedo. 

El Retablo Mayor es de época moderna, obra de Javier Sanbonet realizado entre 1996 y 2003, pero sigue los cánones de los retablos góticos de la época con tal perfección, que si no se hiciera mención de ello pasaría por una antigüedad considerable. El anterior retablo, muy sencillo era obra de Francisco Baró de 1949. Sobre el origen de esta tabla, nada se sabe, pudiera ser que la tabla llegara a El Puig con los ejércitos bizantinos alrededor del año 561, y que en este lugar se construyera un pequeño cenobio. Ante la llegada de los musulmanes a la Península, la tabla podría haber sido escondida en el interior de una campana y enterrada en una colina cerca del cenobio, hasta que en el año 1238 la misma fue encontrada como ya se ha dicho. Jaime I hizo entrega a la Virgen del Puig de las llaves de la ciudad de Valencia una vez reconquistada. 

Capillas de la Nave de la Epístola. Han conservado su recubrimiento neoclásico en contraposición a las de la nave del evangelio que han sido repristinadas en su gótico original. 

• Capilla de Nuestra Señora de los Dolores. Su embocadura está formado por un arco rebajado. Su profundidad es menor que la de sus compañeras, en ella encontramos un Cristo yacente en el interior de una urna de cristal. En el muro una imagen de la Virgen de la Providencia, y flanqueándola dos pequeñas tallas de San Antonio de Padua y San Antonio Abad. 


• Capilla del Sagrado Corazón de Jesús. Preside la capilla un Retablo de San Roque del siglo XVII. En el muro de la derecha y en el suelo dos sepulcros góticos, uno de fray Raimundo Albert fallecido en Valencia en 1333 y el segundo de fray Pedro de Amer, muerto en el Puig en 1301. Los sepulcros llevan los escudos de la orden de la Merced y una inscripción funeraria. Ambos de piedra policromada se encuentran restaurados. 

• Capilla de la Santa Cruz. Preside la misma una imagen de Cristo en la Cruz, a sus pies imagen de vestir de la Virgen Dolorosa. 

• Capilla de San Pedro Nolasco. En el centro una talla de San Pedro Nolasco con el estandarte mercedario. En sus manos porta el libro de las constituciones de la Orden, 

Capillas de la Nave del Evangelio (comenzando por los pies) 
• Capilla del Baptisterio. Ocupada por un réplica del icono de Nuestra Señora del Puig sobre un anda con ruedas. 

• Puerta de entrada / salida a la calle (en el tercer tramo del templo) 

• Capilla de la Inmaculada Concepción. Bóveda de crucería estrellada, retablo gótico de la Inmaculada Concepción de María, obra de Vicente Rodríguez; el sepulcro de los mercedarios Lorenzo Company (muerto en 1479) y Juan Calvo (muerto en 1574); y en el pavimento lauda sepulcral del noble valenciano Francisco de Castellví. 

• Capilla de Nuestra Señora de la Merced. Preside la capilla una pequeña talla de San Roque. Sin embargo la estrella de la capilla es el sepulcro que se encuentra en el muro izquierdo, aquí podemos contemplar el monumento funerario gótico, con el enterramiento del capitán D. Bernardo Guillem de Entenza, tío de Jaime I, alcaide del Castillo de El Puig.

A pesar de que se comenta que murió en la batalla del Puig, la verdad es que murió de muerte natural el 17 de enero de 1238, meses después de la batalla, en principio tenía que ser enterrado en su tierra natal pero sus deseos no fueron cumplidos y fue sepultado en el monasterio. El sepulcro tiene en su frente seis arcos góticos en cuyo interior encontramos grupos de figuras encapuchadas en señal de duelo. El friso que recorre la pared del fondo, representa al cortejo fúnebre, lo preside un prelado y lo acompañan clérigos que portan una cruz, una pila de agua bendita, un libro, un incensario, candelabros etc. El difunto en posición yacente y vestido de militar tiene a sus pies un león, símbolo de lealtad y nobleza, la figura realizada en mármol blanco tiene una altura de 1,65 metros. El sepulcro que originariamente se encontraba en esta capilla, ha paseado por otras tantas de la iglesia, para a mediados del siglo XX volver a esta su capilla.
 

• La última capilla situada a la izquierda de la Capilla Mayor, guarda los restos mortales de fray Joan Gilabert Jofré. Preside la capilla una imagen de Santa Rita de Casia? En el interior de un gran nicho abierto en el muro encontramos el sepulcro del mercedario fray Joan Gilabert Jofré, fundador en el 1409 del primer hospital psiquiátrico del mundo. El sarcófago es de piedra de Almorquí. 

• Camarín de la Virgen. Detrás de la capilla mayor, se encuentra el Camarín de la Virgen. En su cúpula, pechinas y paredes pintó José Vergara Gimeno en el año 1781, lo que la tradición cuenta de la imagen de Nuestra Señora de El Puig. Dice la leyenda que los ángeles hicieron la imagen de una piedra del sepulcro de María, que la trajeron a El Puig, que aquí la veneraron apóstoles y monjes, y que estos últimos la enterraron debajo de una campana ante la llegada de los musulmanes a la península. Posteriormente y por intervención divina san Pedro Nolasco encontró el lugar donde había sido escondida la imagen y que el rey don Jaime cuando conquistó la ciudad de Valencia, depositó las llaves de la ciudad a los pies de la imagen. A pesar de que en las pinturas aparece repetidamente la figura del rey Jaime I en el momento del hallazgo, se sabe con total certeza que el rey no se encontraba presente en el momento del hallazgo y que su presencia en las pinturas es una mera licencia del pintor. 
En sendas salas junto al camarín, encontramos una capilla dedicada a San José y la otra sala está dedicada a un pequeño museo donde encontraremos objetos de uso litúrgico recuperados después de la guerra civil y que habían sido robados o perdidos durante el citado periodo. Así en este pequeño museo podemos encontrar una imagen sedente de la Virgen de la Merced. 

Portada de la Iglesia (fachada norte)Situada frente a la montaña de "la patà". Es la entrada principal a la iglesia, se trata de una portada románica de transición (románico-tardío) con arquivoltas formadas por tres baquetones que arrancan de seis columnas. Es obra del siglo XIII, fechada hacia 1238 o 1240 y en ella se puede destacar la sobriedad de su ornamentación, el arabesco de sus impostas y las escenas neo-testamentarias de sus capiteles. La imposta que corre por la parte superior de los capiteles se resuelve a base de entrelazados de cordón de perlas con hojas en su interior. La puerta tenía en su centro una columna o mainel central que fue desmontada en 1650 por el abad fray Clemente Gil. Las actuales batientes de la puerta son de 1969. 

El rosetón que se encuentra sobre la portada es el original del siglo XIII, no así el calado de la piedra que es del siglo XX, reconstruido por el cantero Aurelio Castelló en 1964. La historia de este óculo es larga pues fue cegado en el siglo XVII y después de la Guerra Civil se reconstruyó el calado con la estrella de David a semejanza del que se encuentra en la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Valencia. Este fue vuelto a desmontar para trazar el actual de nueva creación. En la portada podemos encontrar un total de diez escenas del Nuevo Testamento distribuidas seis de ellas en los capiteles de las seis columnas, dos más en las ménsulas que apoya el guardapolvos del arco y otras dos en sendos frisos situados por debajo de la imposta en el arco interior. La interpretación de los mismos es la siguiente:
 

• La Anunciación (en la ménsula donde apoya el guardapolvo). Se representa al arcángel San Gabriel que extiende el brazo en dirección a María.
 
• Nacimiento de Jesús (primer capitel). Vemos a la Virgen sentada con el Niño en brazos y la figura de San José que se encuentra de pie con su cayado. 

• Adoración de los Magos (segundo capitel). Vemos a los Reyes Magos que se inclinan ante María y el Niño Jesús. 

• La Huida a Egipto (tercer capitel). María va montada en un asno camino de Egipto. 

• Matanza de los inocentes (en el friso izquierda de la puerta). Vemos a los sayones arrancando de los brazos de su madre a los niños que van a ser degollados. 

• Conversión del agua en vino en las bodas de Cana (en el friso derecho). Tal vez la escena mejor conservada, vemos a los criados llenando las tinajas de agua que van a ser convertidas en vino. 

• La resurrección de Lázaro (cuarto capitel). Vemos a Lázaro saliendo del sepulcro en presencia de Jesús que se encuentra de pie frente a él. 

• La entrada en Jerusalén (quinto capitel). Jesús montado en un pollino hace su entrada en la ciudad mientras se agitan ramas de olivos. 

• La última Cena (sexto capitel). Jesús en la arista del capitel rodeado de ocho apóstoles, los cuatro restantes faltan sencillamente por que no caben en el capitel. 

• El beso de Judas (en la ménsula que sirve de apoyo al guardapolvos). Completamente restaurado, fue realizado en 1964 por el cantero municipal Aurelio Castelló. 

También esta puerta se encuentra en desnivel, por lo que para acceder a ella hay dos posibilidades subir por una amplia y larga escalera de 94 peldaños que la enfrenta (la Escala Santa), o por una rampa habilitada para vehículos que sube por un lateral del monasterio y que se desemboca en una pequeña explanada. Sin embargo esta escalera no es la original ya que la misma se encontraba frente a la entrada del monasterio y hacia un quiebro de noventa grados para acceder hasta la portada de la iglesia. La actual es de nueva construcción realizada a mediados del siglo XX.

Junto a la portada encontramos la torre campanario, hecho en piedra al igual que el resto del monasterio, pero rematado en su fase final con ladrillo. Este cuerpo de campanas se abre al exterior mediante un vano en cada uno de sus lados formado por un arco de medio punto.

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