HMS Bounty, Fragata de Inglaterra


    El buque comenzó su carrera como el carbonero Bethia, construido en 1784 en los astilleros Blaydes, cerca de Hull. El 26 de mayo de 1787 fue adquirido por la Royal Navy, con el fin de transportar plantines del llamado árbol del pan desde Tahití hasta el Caribe. Para este fin, fue remodelado y renombrando Bounty. 

    El Almirantazgo británico encargó al teniente William Bligh una misión de prueba que consistía en recoger en Tahití árboles del pan (descubiertos durante la expedición de James Cook), para ser trasplantados en sus colonias del Caribe. Trataban de conseguir un alimento económico para el mantenimiento de los esclavos de las islas. El teniente Bligh poseía experiencia en la navegación por el Pacífico ya que había servido bajo las órdenes de James Cook.

William Bligh 

    La ruta que se le había indicado para llegar pronto a Tahití fue la que pasa por el sur de América, rodeando el Cabo de Hornos. Sin embargo, Bligh se encontró allí con una tempestad que le impidió avanzar, de manera que después de 30 días de intentarlo abandonó y tomó la ruta alternativa por el sur de África. Llegó a Tahití el 25 de octubre de 1788, después de diez meses de navegación, y varios meses más tarde de lo previsto, realizó un duro y largo viaje no muy diferente a las penosas travesías de aquella época. 

    Debido al retraso en llegar, Bligh y sus hombres tuvieron que permanecer cinco meses en la isla, ya que no era la época en la que podían trasplantarse los brotes del fruto del pan. La tripulación comenzó a habituarse a las costumbres de los nativos y a olvidarse de su condición de marineros ingleses. Muchos de ellos establecieron relaciones con mujeres de Tahití. El primer oficial, Fletcher Christian, se casó incluso con una de ellas. 

    Tras la larga y relajada estancia en Tahití, el 4 de abril el buque partió rumbo a las Indias Occidentales con las bodegas llenas de plantas vivas. La mañana del 28 de abril de 1789, cerca de la isla de Tonga, nueve miembros de la tripulación, al mando del primer oficial, Fletcher Christian, se amotinaron y se apoderaron del navío. El capitán Bligh y 18 hombres de su confianza fueron abandonados en un bote de siete metros. Tras una deriva de 3.600 millas durante siete semanas llegaron a Timor. Lograron salvarse, regresar de forma muy accidentada a Inglaterra, y salir en su persecución. 

    Vueltos a Tahití, Christian y parte de la tripulación decidieron partir en el Bounty para escapar de cualquier represalia futura, mientras que el resto prefirió quedarse en la isla con la esperanza de poder volver a Europa. El Bounty llegó Tubai, en las islas australes, y poco después, haciéndose acompañar de 19 polinesios, se refugiaron en la isla de Pitcairn. Esta pequeña isla volcánica está situada a 5.000 millas de Australia y 1.350 de Tahití. Fue vista por primera vez por Robert Pitcairn el 2 de julio de 1767. El capitán de la Armada Carteret había acompañado al capitán Wallis en una expedición conjunta ordenada por el Almirantazgo hasta que una fuerte tormenta los separó tras cruzar el estrecho de Magallanes. Carteret cometió el error cartográfico de situarla en el mapa con un error de 200 millas. Debido a este error los perseguidores británicos no lograron encontrar a los amotinados tras una búsqueda de tres meses.


    De forma casual, Christian y sus hombres avistaron la isla de Pitcairn, en el extremo oeste del archipiélago de Tahití, que por aquel entonces figuraba en las cartas marinas en una posición errónea. Decidieron ocultarse allí, ya que el error cartográfico reduciría la probabilidad de que fuesen localizados. El 23 de enero de 1790 quemaron el Bounty, para que no se viesen sus mástiles desde lejos y para borrar toda huella material del motín. 

    Cuando en 1808 un ballenero arribó a Pitcairn, comprobó que ocho de los nueve británicos habían perecido por asesinatos o suicidios. En 1825, un buque británico ofreció el perdón al superviviente Adams y en 1838 Pitcairn, junto con las desiertas islas de Henderson, Ducie, y Oeno fueron incorporadas al imperio británico. 

    Para solucionar el problema de comunicación de los amotinados y sus mujeres, ya que ninguno hablaba la lengua del otro, tuvieron que recurrir a inventarse una lengua propia. Ésta ha llegado hasta nuestros días y se conoce actualmente con el nombre de "Norfolk". En 1856, los descendientes del Bounty fueron trasladados a Norfolk, aunque algunas familias no tardaron en regresar a Pitcairn, constituyendo la base de la actual población. 

    A los cinco años de estancia en Pitcairn, todos los hombres, a excepción de cuatro polinesios, dos ingleses, un escocés y un marino nacido en las Indias Occidentales habían fallecido de muerte violenta, como resultado de los celos y las disputas. El guardamarina Edward Young, casado con Teraura, se hizo cargo de la comunidad, emprendiendo la educación de los niños y el servicio religioso. Muerto Young, John Adams, que hablaba con acento cockney, se convirtió en el patriarca de aquella microsociedad, compuesta por 10 mujeres polinesias y 23 niños nacidos en Pitcairn, y siguió la labor educativa y religiosa de Young. Cuando la marina británica descubrió en 1814 a los supervivientes de Pitcairn, se vieron sorprendidos por la gran religiosidad de la colonia y la peculiaridad de su lengua, un inglés fluido, pero con una gramática deficiente y un curioso acento. Hoy en día se considera el habla de Pitcairn como una reserva de máximo interés para los sociolingüistas. La distorsión de la lengua, sometida a largos períodos de confinamiento y a la influencia de las lenguas polinésicas, se puede ver en la nomenclatura, adaptada a la fonética de los habitantes de la isla. 

    Cuando Bligh pudo llegar a Inglaterra y reportar el motín, el 15 de marzo de 1790 el Almirantazgo despachó al HMS Pandora, al comando del capitán Edgard Edwards para rescatar al Bounty y apresar a los amotinados. 

    El Pandora arribó a Tahití el 23 de marzo de 1791, apresando a cuatro hombres del Bounty que habían ido a recibir el buque, y diez más en las siguientes semanas. El 8 de mayo de 1791 el Pandora abandonó Tahití, y durante tres meses visitó las islas cercanas en busca del buque y de los restantes amotinados. El 29 de agosto de 1791 chocó con un arrecife de la Gran Barrera, hundiéndose. Los tripulantes que se salvaron del naufragio arribaron a Timor el 16 de septiembre de 1791. 

    Al ser repatriados a Inglaterra, los diez prisioneros fueron juzgados por una corte marcial, y el fallo dictado el 18 de septiembre de 1792 dispuso que cuatro hombres que Bligh había denunciado como inocentes, fueron absueltos; dos fueron condenados y, posteriormente, perdonados (uno de ellos Peter Heywood, que más tarde alcanzó el grado de capitán), otro fue perdonado por un tecnicismo legal; y los tres restantes fueron convictos y ahorcados. Bligh y Edwards, fueron juzgados por sendas cortes marciales por la pérdida de sus respectivos buques, siendo declarados inocentes.

    Bligh terminó su carrera naval con el grado de vicealmirante, siendo posteriormente designado gobernador de Nueva Gales del Sur. Edwards volvió para rescatar al Bounty, comandando el HMS Providence, y acompañado por el tender Assistant, para completar la recolección de plantines del árbol del pan, el 3 de agosto de 1791. Este viaje se realizó con éxito, recolectándose 2.126 plantines del árbol del pan y miles de espécimen botánicos de otras especies. Al año siguiente el viaje se repitió, bajo el comando del capitán Bligh. En ambos casos no encontraron rastros del Bounty ni de los restantes hombres. 

Tipo: fragata mercantil armada 
Botadura: 1787 
Eslora: 54,80 metros 
Manga: 13,50 metros 
Calado: 6,40 metros 
Desplazamiento: 980 toneladas 
Armamento: 24 cañones de 18 libras Tripulación: 46 hombres

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